En una evidente falta de coordinación, la directora del Tampico-Madero decidió suspender el juego de la final de Ascenso de la Liga Premier a 15 minutos de iniciar el encuentro.
La afición llegó desde la tarde al Estadio Tamaulipas, soportó las fuentes lluvias y viento, sin que la directiva fuera clara.
De última hora sacaron un informe que había que suspender el juego por una tormenta, pese a que desde las cinco de la tarde hay rayos y truenos.
La afición comenzó a chiflar e insultar a la directiva a cargo de Enrique Badillo.
La única manera de callar a la afición fue con música.