El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, denunció las persecuciones contra sacerdotes católicos por parte del Gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, en su informe anual sobre libertad religiosa, que también recoge abusos en China, Irán y Rusia.
Defensores de derechos humanos han dado la voz de alarma por los ataques contra la Iglesia Católica por parte del régimen de Ortega en Nicaragua”, dijo el líder de la diplomacia estadounidense en una comparecencia ante la prensa.
En el país se han registrado más de 160 ataques contra miembros de la iglesia, dijo el secretario, según datos de la activista nicaragüense Martha Patricia Molina.
Entre ellos, el titular de Exteriores citó el caso de la “injusta detención” del obispo Rolando José Álvarez Lagos, quien fue condenado a 26 años de prisión tras negarse a ser desterrado por el Gobierno de Ortega a territorio estadounidense.
“En muchas partes del mundo, los Gobiernos siguen persiguiendo a minorías religiosas, usando la tortura o los llamados campos de reeducación”, lamentó Blinken en la presentación del informe.
El secretario señaló un año más el “genocidio y los crímenes contra la humanidad” que sufren los uigures musulmanes en Xinjiang por parte de las autoridades chinas.
También aludió a la persecución de la población iraní ante las protestas por la muerte de Mahsa Amini, quien murió el año pasado tras ser detenida por llevar mal puesto el velo.
Criticó además la “represión de las minorías religiosas por parte del régimen militar birmano”, que ha sido acusado por Washington de genocidio por los ataques a la comunidad musulmana de los rohinyás.
En la misma comparecencia, el embajador general para la Libertad Religiosa del Departamento de Estado, Rashad Hussain, denunció que Rusia “sigue atacando a las comunidades religiosas dentro y fuera de sus fronteras”.
Además, el informe también hace referencia a Afganistán, donde personas “deben ocultar su identidad religiosa o huir para salvar su vida”, explicó.
Hussain celebró las “medidas adoptadas recientemente” por Arabia Saudí en cuanto a “tolerancia religiosa”, pero puso de relieve que la práctica pública de cualquier otra fe que no sea el Islam “sigue siendo ilegal” en el país.
Asimismo, Blinken reivindicó el progreso que ha tenido lugar este 2022 y puso de ejemplo el caso de Bélgica, que “reconoció formalmente su condición de minoría budista”, lo que da derecho a las organizaciones religiosas budistas a enseñar su fe en las escuelas públicas y, en su caso, a solicitar financiación federal para hacerlo.
También aplaudió el esfuerzo de Brasil, cuyos legisladores establecieron garantías de libertad religiosa para las comunidades indígenas y afrobrasileñas a nivel municipal y estatal.
Estados Unidos seguirá trabajando para defender y promover la libertad religiosa aquí en casa”, añadió Blinken, al reconocer que su país también tiene retos en esta área.