Las matemáticas están muy desdibujadas en el nuevo modelo de educación por proyectos y en los libros de texto, concluyeron especialistas en este campo y en el de la pedagogía en un foro organizado por la oposición en la Cámara de Diputados.
Para David Block Sevilla, del Departamento de Investigaciones Educativas del Cinvestav, las matemáticas están a tal grado olvidadas que sugirió usar los libros de otros años para poder enseñarlas.
Va a hacer mucha falta material para que los niños aprendan matemáticas y yo ahí sí sugeriría que se imprimieran libros de texto de sexenios anteriores, porque es importante que los alumnos tengan un libro para practicarlas, para estudiar.
Block Sevilla también recomendó a los profesores seguir con la práctica de dar tres o cuatro horas a la semana de matemáticas y no solo enseñarlas como parte de proyectos, como se está proponiendo en el nuevo modelo de educación.
Para este ciclo escolar, los estudiantes de preescolar, primaria y secundaria aprenderán a partir de un modelo de educación por proyectos, en el que se plantea identificar problemas de la comunidad o de la vida cotidiana y resolverlos.
En los programas de estudio se definieron cuatro campos formativos: lenguajes; saberes y pensamiento científico; de lo humano y lo comunitario y ética, naturaleza y sociedades.
Es en el campo de saberes y pensamiento científico, en el que entran proyectos de corte medioambiental, sobre todo, con los que se tiene la expectativa de que los alumnos aprendan conocimientos de física, biología, química, matemáticas.
La idea es que estos conocimientos se integren como herramientas para analizar las problemáticas e incluso proponer alternativas de solución.
Una buena idea mal ejecutada
“Es imposible no estar de acuerdo con estos planteamientos, que son, indiscutiblemente, muy adecuados, pero el problema es la manera en la que se han concretado y en particular en el área de matemáticas, que tengo la impresión de que es la más maltratada de las áreas en este proceso”.
Desde la primera de las conferencias que se han dado en Palacio Nacional, por las tardes, que iniciaron hace ya dos semanas, se ha tratado de desmentir que las matemáticas estén ausentes de los nuevos libros de texto.
Ángel Díaz Barriga, investigador emérito del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, rechazó, el pasado 14 de agosto, que las matemáticas hayan desaparecido de los nuevos libros, como aseguran sectores de oposición, sino que, afirmó, están presentadas en torno a la vida de los alumnos.
Sin embargo, Block subrayó que, por ejemplo, en el marco curricular hay un fuerte desequilibrio en la selección de contenidos, algunos aparecen con mucha frecuencia, como en el caso de la estadística, pero otros están reducidos a cero, como en el caso de la geometría.
Además, aseveró, los vínculos que se plantearon en ese marco curricular para vincular matemáticas con las problemáticas de ciencias que se están abordando en muy pocos casos son pertinentes. El especialista ejemplificó esta aseveración diciendo que se estudia el aparato reproductor o digestivo y a colación de eso se ven medidas fraccionarias y decimales.
También explicó que hay omisión de los procesos didácticos, es decir, se aplican las matemáticas, pero ¿en dónde se aprenden?, no existe una secuencia, y queda de lado la parte noble de la disciplina que tiene que ver con el pensamiento crítico, la inducción y la deducción.
Aparecen algunos contenidos, sí, pero aparecen para ser utilizados ya en el estudio de la problemática que se está presentando, lo que no está es el proceso a través del cual los alumnos aprendieron a usar esas herramientas, esa secuencia no está
En cuanto a los libros de texto, David Block, afirmó que hay el mismo problema que en el marco curricular: “pocos contenidos tenidos en cuenta y salpicados sin orden, no hay una secuencia para aprender matemáticas ahí adentro”.
Entre lo poco que hay existen planteamientos inadecuados para el grado que se cursa. Por ejemplo, puntualizó Block: en el libro de primer grado, el de proyectos escolares, hay una actividad llamada la medida de mi cintura con mi estatura, en la que se aborda el concepto de razón: una relación entre dos medidas.
Este es un concepto complejo, muy maltratado en los libros de texto, entonces casi se les podría felicitar, por haber incluido algo tan bueno, de no ser porque es para primer grado y esta es una noción que se empieza a entender en quinto o sexto grado
Frente a todo esto es que Block recomendó mejor reimprimir los libros de sexenios anteriores.
A su vez, Laura Frade, doctora en Educación y en Pensamiento Complejo, y quien ha desarrollado procesos de capacitación, asesoría, actualización y evaluación en alrededor de 400 escuelas y universidades del país, enfatizó que en este nuevo modelo de enseñanza las grandes perdedoras son las matemáticas.
Lo que hay es una gran reducción de los contenidos de matemáticas a lo largo de todo el plan de estudios, particularmente de preescolar y primaria. Eso es lo que sí espanta y va a ser el gran reto
Y es que de acuerdo con lo dicho por Frade, lo que se reduce, a la par de las matemáticas, es la cantidad de contenidos que se deberían estudiar de esta disciplina, y que se estudian en todo el mundo, y la especialidad para enseñarlas.
Las matemáticas se deben de aprender de una manera específica, no se aprenden igual que las ciencias, no son un experimento, son un proceso de construcción de conceptos, con un lenguaje distinto
Ante ese desdibujamiento de esos contenidos y de ese aprendizaje, Frade les hizo también una invitación a los maestros, a hacer un con diseño de aprendizaje que considere específicamente las matemáticas, “porque sí hay ausencia de ellas”.
