Isabel “N” es una mujer indígena que fue llevada con engaños al sur de Tamaulipas. Nativa del norte de Veracruz, una familia le prometió mejores condiciones de vida, y ella ingenuamente les creyó. Apenas tenía 13 años.
Vivió en la esclavitud por 20 años. En ese tiempo, fue víctima de explotación laboral y sexual. Producto de las múltiples violaciones dio a luz a dos hijos que fueron dados en adopción, sin su consentimiento.
Dos décadas tuvieron que pasar, para que la infortunada mujer logrará escapar de sus captores. El hecho tiene poco más de un año en la Fiscalía General del Estado, sin avances, ni detenidos.
Isabel debe ser un precedente; no más revictimización: Activista
¿Cuántos casos más existen, en una entidad donde no hay políticas públicas que apoyen a este sector y la brecha de desigualdad es inmensa?, se cuestionó la activista, Marta de la Cruz López.
La integrante del Colectivo Feminista “Mujer Manglar” en la zona sur de Tamaulipas, recordó que el tema está completamente invisible por el simple hecho de que el Estado no tiene población indígena nativa.
Sin embargo, a las autoridades se les olvida las miles de personas que producto de la movilidad, se asientan en la entidad, principalmente en los municipios de sur de Tamaulipas, aseguró.
“El Estado no cuenta con políticas de atención a comunidades indígenas como si los tienen otros Estado como Oaxaca, Chiapas, Guerrero, porque tiene una población nativa”.
Las personas indígenas y en este caso las mujeres que llegan a Tamaulipas, reiteró, están invisibilizadas y no tienen herramientas para proteger sus derechos humanos.
“Lamentablemente son muy vulneradas por esta misma condición de indígenas y que nos guste o no, México sigue siendo un país racista, en el que las comunidades indígenas, son seres susceptibles sobre todo de explotación”.
En entrevista la activista aseguró que el caso de Isabel, destapó la realidad que se vive en Tamaulipas y México, contra la mujer indígena.
“Evidenció algo muy doloroso, cuando ella se acerca a nosotras y nos cuenta su historia, enseguida pensamos ¿Cuántos casos hay que no conocemos?, si es una realidad terrible”.
Refirió que de manera recurrente, familias de la ciudad van a las comunidades indígenas principalmente del norte de Veracruz, a traerse mujeres para las labores del hogar; la mayoría son contratadas sin ningún tipo de prestaciones.
“Esas personas trabajan sin derechos laborales, sin día de descanso, trabajan 24/7 porque como viven en la casa, no tienen hora de descanso si los patrones quieren cenar a las 10 de la noche, a esa hora hay que atenderles”.
“Trabajan más de ocho horas, son condiciones de esclavitud, la mayoría no tiene seguro social, no se les apoya en ningún sentido para que ellas continúen sus estudios, y la lamentablemente no hay una autoridad que esté poniendo como un énfasis en esa situación que la viven particularmente las mujeres indígenas”.
Isabel habría puesto su denuncia pero no la escucharon por ser indígena, pobre, sin estudios, prácticamente estaba en una condición de desventaja hasta que llegó un abogado que la apoyo, pero a un año de que se abrió la carpeta de investigación, no hay una sola orden de aprehensión, detalló.
“No ha tenido acceso a la justicia y reparación del daño que se le restituya todo esto tiempo que ella estuvo en condiciones de esclavitud y sobre todo que sea precedente para que otras mujeres tengan el valor de denunciar”.
“Y así erradicar la violencia que lamentablemente siguen viviendo las mujeres indígenas cuando no debería de ser, es algo totalmente violatorio de sus derechos humanos, y de su dignidad”.
La mayoría de los indígenas migran a Tamaulipas procedentes del norte de Veracruz y en menor proporción de los estados de Hidalgo y San Luis Potosí. Los delitos que más los laceran son explotación laboral, violencia sexual y discriminación.
Insistió a los gobiernos que impulsen verdaderas estrategias de prevención a través de políticas públicas que eviten que este tipo de casos sucedan y desde el Congreso del Estado se dicten las reformas, para incluir en la agenda a las mujeres indígenas.
Y sobre todo, exigió, que los sistema de justicia tengan perspectiva de género, donde la mujer indígena pueda llegar y poner su denuncia y de entrada haya traductores. Pero además que las fiscalías encargadas de proteger al sector sean encabezadas por mujeres, donde no se les revictimice.
Políticas desde la resiliencia: Sociólogo
Por su parte el académico, Luis Humberto Garza Vázquez, Sociólogo con doctorado en Educación, aplaudió la conmemoración de la mujer indígena y lamentó que históricamente sea un grupo vulnerable.
En entrevista, afirmó que es urgente la creación de políticas públicas desde la resiliencia para el empoderamiento del sector, donde se les de el lugar que merecen y sobre todo se respeten sus derechos.
Aseguró que es urgente que desde las instituciones de educación superior se realicen investigaciones sobre esta población, y con base en dichos estudios instrumentar estrategias de intervención para darles un empoderamiento.
Pidió a los gobiernos impulsen más capacitaciones y asesorías al personal que está al frente de las dependencias creadas para la población indígena, donde lamentablemente tambien se llegan a cometer violaciones a sus derechos.
Al considerar los Estados del sur de México donde existe un alto porcentaje de indígenas, afirmó que este rubro poblacional no está en peligro de extinción.
En Tamaulipas, dijo si existe un porcentaje significativo de migrantes indígena que están propicios a ser explotados a manos de grupos que a eso se dedican.
Recordó que una década atrás, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, recibía grupos de jóvenes indígenas que llegaban a los diferentes campus a estudiar, sin embargo a partir de la pandemia, ya no volvieron.
Explicó que es momento de que el Estado busque estrategias a partir de la resiliencia. La Organización de las Naciones Unidas y el Gobierno Federal ya contempla este enfoque dentro de sus planteamientos de intervención para apoyar a la población vulnerable, detalló.
“Hoy en día ya sé está tomando muy en cuenta, la resiliencia ya se vino fuerte, y políticas internacionales, ya están tomando muy en cuenta la capacidad que tiene el ser humano para enfrentarse a la adversidad, a la crisis”.
“En esta política se privilegia al ser humano sobre todos a los que se encuentran en condición de vulnerabildad como es precisamente la mujer indígena, para eso sé promovió y se ha tomado en cuenta la resiliencia”.
Estadísticas
En Tamaulipas, hay alrededor de 22.6 mil personas de 3 años y más que hablan alguna lengua indígena, representan el 0.7 por ciento de la población: 11.4 mil es decir el 50.5 por ciento, son hombres y 11.2 mil, el 49.5 por ciento mujeres, según datos INEGI.
La entidad no es de los estados con mayor población indígena, ocupa el lugar 26 en esta clasificación. La lengua predominante es la Náhuatl, le siguen Huasteco, Totonaca y la Zapoteca. De estos habitantes, el 0.66 por ciento no habla español.
Día de la Mujer Indígena
El 5 de septiembre fue la fecha elegida para instaurar el Día Internacional de la Mujer Indígena. Celebración que nació durante el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu, Bolivia, en 1983.
La idea era dar reconocimiento a todas las mujeres indígenas valientes que han jugado y seguirán jugando un rol importante en la pervivencia de la cultura de sus tribus, así como su lenguaje y fuerza de carácter.
Actualmente se calcula que solo en Latinoamérica existen alrededor de 522 pueblos indígenas y que en total la población sumaría 42 millones de personas.
De ese gran número redondo el 59% son mujeres, es decir, más de la mitad; y sin embargo, son el sector más oprimido tanto de la sociedad tribal como de la sociedad en general.