Activistas mexicanos y estadounidenses denunciaron en la ciudad de Tijuana que la renovación del muro fronterizo de Estados Unidos está destruyendo la vegetación nativa del emblemático Parque Binacional de la Amistad.
Los integrantes de la organización Amigos del Parque de la Amistad se reunieron en las inmediaciones del lugar, ubicado en la zona de la playa de Tijuana, donde el muro fronterizo termina en el océano Pacífico.
Los activistas realizaron inicialmente una limpia de la zona cercana del mar, recolectando basura y arreglando la parte del jardín donde se encuentra la flora nativa de la región, la cual, los trabajadores que están renovando el muro destruyeron con la maquinaria del lado estadounidense.
Daniel Watman, coordinador de la organización, dijo que la jornada consistió en hacer defensa del parque y transmitir conciencia entre las población y habitante sobre cómo la construcción del muro afecta al jardín y la desatención y falta de consideración que el Gobierno de Estados Unidos está teniendo sobre ello.
“Tenemos unas camas de cultivo muy importantes que debemos preservar y que no están considerando las personas de EE.UU., estas producen comida para todos, son muy abundantes y les enseñamos primeramente a las personas cómo cosechar para que se lleven algo”, resaltó.
Agregó que el propósito del jardín como lugar de cultivo, se comenzó a plantar desde 2007, es crear un espacio donde las personas pudieran entablar amistades a través del muro fronterizo y promover la flora nativa de la región, por lo que el diseño era, hasta hace un mes, con círculos de personas de ambos países para convivir a través del muro.
“Se unían personas del lado mexicano con personas del lado estadounidense para poder estar juntos sin fronteras, y convivir y trabajar a través del muro, superando así las decisiones que pone el Gobierno de Estados Unidos, pero hace un mes quitaron las plantas nativas del otro lado y ayer vinieron y destruyeron lo demás, arrasaron con todo lo que quedaba”, condenó.
También recalcó que “ahora ni se nota que había jardín del lado estadounidense, solo se ve bonito del lado mexicano, cortando así la amistad que se generaba con ello y la idea de trabajar juntos para proteger la flora en común”.
Watman contó que como parte del proceso en Estados Unidos “muchas veces hay una especie de encuestas públicas en las que el gobierno pregunta a la comunidad qué es lo que quiere, y nos preguntaron, cumplieron con esa parte, pero luego no nos hicieron caso, hicieron lo que ellos querían y entonces, ya no tenemos jardín del lado ‘gringo’”, señaló.
El activista agregó que las autoridades estadounidenses prometieron que ya que culminen las obras del muro plantarían un nuevo jardín, sin embargo, dijo no confiar en ellos, porque justamente el viernes que quitaron la mayoría de las plantas, los trabajadores dijeron que tenían que quitar todo sin importar lo demás, solo trasplantando palmas que nada tienen que ver con la flora del lugar.
“No sabían ni lo que estaban haciendo, estaban trasplantando palmas y plantas que son invasoras, ya habían quitado las nativas, los trabajadores y los agentes de la Patrulla Fronteriza que estaban haciendo esto no saben de la naturaleza, ellos saben de la aplicación de la fuerza, entonces si queremos que sea este espacio para la gente y la naturaleza ellos no pueden ser los encargados para ello”, sentenció.