El párroco de la Iglesia de la Santa Cruz en Ciudad Madero, Ángel Vargas, agradeció el apoyo de tantas personas durante la búsqueda de vidas y cuerpos en el templo colapsado y afirmó que las familias afectadas siempre estarán en sus oraciones por lo que le reste de vida.
A través de un mensaje en la cuenta oficial de Facebook de la parroquia, el sacerdote expuso que la fe los fortalece en los momentos que la inteligencia no permite entender lo que sucede a nuestro alrededor y toman en cuenta las palabras de la Sagrada Escritura que dice “el diablo como león rugiente anda buscando a quien devorar resistan firmes en la fe”.
“Nosotros somos la comunidad de la Santa Cruz y hoy nos toca sufrir y dolernos como el Señor en el Calvario pero la Resurrección es nuestra motivación y nuestra esperanza por eso los invito a la oración de todos y por todos en especial por nuestros hermanos que han hecho su camino de retorno a la Casa del Padre para que el Señor los reciba en su santa gloria”, expuso el párroco.
Dijo que no tiene forma de agradecer el apoyo de tantas personas y de los distintos cuerpos de auxilio, como la Cruz Roja, la Sedena, Marina, Protección Civil de las tres ciudades de la zona conurbada y estata, así como los cientos de voluntarios que se dieron cita para ayudar el personal especializado de Marina que llegó desde la Ciudad de México con los queridos binomios caninos.
También agradeció a la Fiscalía, por su expedita atención en los lamentables fallecimientos a los hospitales de la zona que estuvieron atentos a atender a todos por igual sin distinción, al apoyo del gobernador Américo Villarreal y de todo su gabinete y del presidente municipal Adrián Oseguera y el diputado Erasmo González.
“Agradezco también al apoyo de mis hermanos sacerdotes y a la guía, compasión y apoyo invaluable de nuestro Sr Obispo Don José Armando Álvarez Cano”.
Sobre todo, destacó que las familias de las víctimas ahora se unen como hermanos del mismo dolor.
“A las familias afectadas mi bendición en el amor de Cristo que sepan que por lo que me resta de vida siempre estarán en mis oraciones y que a partir de hoy somos hermanos en el dolor pero también en la fe que nos une. A mis amigos y mi familia por su preocupación su apoyo y su oración en estos momentos tan duros de soportar, sé que el amor y el cariño son los que me sostienen en pie”.
El sacerdote Ángel Vargas cerró su mensaje con un eterno agradecimiento para toda su comunidad parroquial por el amor expresado.
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