Un manto de contaminación cubrió este jueves Nueva Delhi, desatado por unos niveles de calidad del aire considerados dañinos para la salud que se han convertido en sinónimo del invierno en el norte de la India, y que las autoridades fallan en reducir debido a una falta de medidas efectivas.
El barrio de Anand Vihar, situado en el este de la capital, llegó a registrar concentraciones de partículas PM 2.5 en el aire, las más peligrosas para el ser humano, de 432 microgramos por metro cúbico de aire, y de PM10 de 429.
Estos números contrastan con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera peligrosa una exposición diaria máxima en el caso de las PM 2.5 de más de 15 microgramos por metro cúbico de aire.
El alza de la polución del aire hasta niveles insalubres afecta especialmente al norte de la India. La ciudad de Hanumangarh, en el estado de Rajastán, se convirtió hoy en la más contaminada del país con unos niveles que superan 18 veces los estándares diarios marcados por la OMS.
Ante esta situación, que roba una media de cinco años de esperanza de vida a los habitantes de la India según el estudio Air Quality Life Index (AQLI) elaborado por la Universidad de Chicago, las autoridades del país asiático han comenzado a imponer restricciones.
La Comisión para la Gestión de la Calidad del Aire en la capital prohibió este jueves las actividades de construcción no esenciales, así como la entrada de camiones diésel en Nueva Delhi, como parte de un plan gradual que contempla medidas más restrictivas según aumenta la polución del aire.
Unas medidas que se suman a la lista de prohibiciones anunciadas ayer por el ministro regional de Medioambiente, Gopal Rai, que vetó la circulación de autobuses públicos de gasolina y las actividades de construcción en las zonas más contaminadas.
La preocupación por la degradación de la calidad del aire aguó también en parte la fiesta del Mundial de críquet, actualmente en curso en el país asiático, después de que el organismo que gestiona este deporte en la India anunciase que ya no dispararán fuegos artificiales en Nueva Delhi y Bombay.
Pero todas estas medidas no son más que reacciones a un problema que se sucede invariablemente cada año, lamentó a EFE el experto en calidad del aire Sunil Dahaiya, y analista del Centro para la Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA, en inglés).
Lo que necesitamos es la aplicación mucho más rápida y eficiente de medidas que acaben con las emisiones contaminantes en la fuente del problema, como la transformación del sistema de transporte público”, explicó.
Ciudades vecinas a Nueva Delhi siguen añadiendo fuentes de contaminación, dijo, como una nueva central de carbón a menos de 70 kilómetros de la capital, mientras que la mayoría de las centrales de la ciudad no cumplen con las órdenes de rebajar sus emisiones.
La quema de rastrojos del cultivo de arroz en los estados vecinos a la capital contribuye también al pico de contaminación.
Políticos y reguladores no son muy eficientes a la hora de atajar la contaminación, y las medidas no están a la altura del problema al que nos enfrentamos”, lamentó.