El vehículo espacial reutilizable experimental SQX-2Y de la empresa china i-Space completó hoy con éxito una prueba de despegue vertical y aterrizaje, informaron medios locales.
La nave, ideada para uso comercial y de 17 metros de largo, ha sido diseñada con el fin de probar tecnologías aplicables al desarrollo de cohetes de transporte que puedan usarse en más de una ocasión, recoge la agencia oficial Xinhua.
El lanzamiento de prueba tuvo lugar a las 14:00 hora local (06:00 GMT) desde el centro de lanzamiento de Jiuquan, en la provincia de Mongolia Interior (norte), desde donde el vehículo alcanzó una altura de 178.42 metros para aterrizar 50 segundos después a una velocidad de 0.025 metros por segundo.
Según la empresa, la precisión lograda en la meta de aterrizaje fue de 1.68 metros.
Este vehículo está impulsado por un motor de propulsión de metano y oxígeno líquido, una tecnología empleada por China en julio pasado por primera vez y que hasta entonces solo habían desarrollado las empresas estadounidenses SpaceX y Blue Origin.
La información recopilada en el test, de acuerdo a i-Space, proporcionó respaldo técnico para el desarrollo de cohetes reutilizables de tamaño medio y grande que empleen ese tipo de propulsión.
En mayo pasado, un vehículo espacial reutilizable experimental regresó a China tras permanecer 276 días en órbita, lo que se consideró un hito en la investigación de tecnología de naves espaciales reutilizables.
En la última década, Pekín ha invertido fuertemente en su programa espacial y ha logrado hitos como el alunizaje exitoso de una sonda en la cara oculta de la Luna en enero de 2019, un logro que ningún país había conseguido hasta la fecha.