Manuel es su segundo nombre, abogado litigante de profesión y aunque le gusta mucho el derecho penal, está enfocado en defender el tema familiar, sobre todo el que involucra a los niños.
Prefiere mantener el anonimato porque la labor que realiza esta muy alejada del interés económico y mediático. Lo único que busca es regalar un poco de alegría a los pequeños que se encuentran en una situación vulnerable.
El proyecto de Manuel nació en lo más álgido de la pandemia por Covid 19, que mantuvo a la población en confinamiento por largos meses, lo que derivó un aumento en la violencia, problemas psicológicos y otros daños colaterales.
Desesperado al observar la crisis que se enfrentaba, compró el traje de su super héroe favorito, El Hombre Araña (Spiderman), y salió la calle en busca de los niños, que pese al miedo que provocaba lo incierto de la enfermedad, estaban en los cruceros trabajando.
En el inolvidable y muy complicado 2020 “El Hombre Araña de Victoria” salía con frecuencia a las calles de la capital de Tamaulipas en busca de pequeños, pero también de adultos, a quienes el temor los invadía, por el escenario catastrófico, que dejó miles de muertes alrededor del mundo.
“Este proyecto nace en la pandemia, en la pandemia la mayoría de las personas estaban en casa, después conforme fue avanzando la pandemia visualicé que algunas familias no salían con confianza y salían con un estado de ánimo diferente al que tenían, entonces yo salí para visitar en las calles a los niños, a los adultos”.
“Pero principalmente nació por ayudar a los niños, siento que los niños son personas indefensas y muy vulnerables los cuales necesitan al menos una protección, no que abarque yo todos los niños, pero los más vulnerables llevarle algo en ayuda algún apoyo para que tengan un día diferente”.
Luego de que lo fatal de la contingencia sanitaria, Manuel continuo con su labor “más en forma” y empezó a realizar otras labores altruistas, como recolectar juguetes, visitar enfermos y hasta ayudar con sorpresas.
“Estos tres años he hecho algunas colectas de juguetes principalmente me enfoco en los niños de los cruceros, ellos son mi atención prioritaria para llevarles juguetes, dulces, algo simbólico para ellos”.
“También ha habido algunas ocasiones bien específicas que me han solicitado para una fiesta o dar alguna sorpresa y también en otras ocasiones para ayuda comunitaria”.
Algo que recuerda y que marcó un precedente para continuar con esta noble labor, fue cuando una familia perdió su casa a causa de un incendio.
“Se les quemo su casa, hice una colecta, un amigo me regalo un colchón en buen estado, y me regalaron ropa, le llevé las cosas y además dulces y juguetes, si lo solicitan acudo”.
“El Hombre Araña de Victoria” prefiere no hablar de política, ni señalar el actuar de las autoridades, porque a él le queda claro que hacer el bien, es lo que realmente tiene valor.
“Yo no me quiero meter mucho en cuestión de las autoridades, yo solamente realizo las labores altruistas en donde yo veo alguna carencia, como el caso de los niños de los cruceros yo pongo mi granito de arena. Yo soy muy independiente, muy aparte, incluso lo hago con colectas o en algunas veces con mis propios recursos”.
Manuel se define como un hombre altruista y empático y con sus 26 años, lo único que tiene claro es ayudar a los que menos tienen y poner un “granito de arena” para impulsar una niñez feliz.
“Es una labor altruista de algo que yo siempre quise hacer. Ver a los niños felices es mi mayor satisfacción, creo que no hay otra cosa más que ver a los niños felices”.
“Porque uno también fue niño y la ilusión de los menores siempre es al menor tener un juguete. Y estos niños que no tienen las posibilidades al menos darle de lo poco o mucho que Dios nos ha dado”.
A su edad, el joven prefiere salir a las calles a ayudar a las personas, que andar de parranda, y aunque respeta a quien lo hace, coincidió en qué si todos formáramos cadenas de ayuda, el mundo funcionaría mejor.
Manuel tuvo una idea clara: hacer algo para aligerar aquel momento difícil e inesperado, y aunque todo regreso a la normalidad hoy tiene firme sus metas: que El Hombre Araña de Victoria llegue a más y más lugares y regale muchas otras sonrisas.
“Hubo algunas ocasiones en las que salía con el personaje y los adultos corrían a pedirme una foto, pero para niños y adultos ha tenido un buen impacto el personaje”.
Los niños siempre tienen la ilusión de conocer a su personaje favorito o conocer a un jugador e incluso las más vulnerables solo quieren un juguete, afirmó.
“Combinar ese juguete con un personaje favorito para la mayoría de los niños no se compara con nada y ver la felicidad de los niños es el mejor agradecimiento que puedo tener”.
Manuel ofrece sus servicios sin costo alguno, por lo que invitó a las personas a contactarlo a través de su página de Facebook: “Hombre Araña Victoria“. Mándale un inbox y el héroe sin capa acudirá al auxilio.
Spiderman
El Hombre Araña es uno de los personajes de ficción más aclamado por los niños. Su creación se remonta a principios de la década de 1960 como respuesta al creciente interés del público adolescente en los cómics y el éxito de Los 4 Fantásticos.
Tras su primera aparición en Amazing Fantasy, Marvel decidió producir una serie individual titulada The Amazing Spider-Man, cuyo ejemplar inicial salió a la venta en marzo de 1963.
Desde entonces se han distribuido otros varios cómics relacionados con el personaje, así como otros productos que han derivado en el establecimiento de una franquicia de medios.
