Con el 60% del PIB global y la mitad del comercio internacional, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) se ha convertido uno de los principales cónclaves de la economía mundial y escenario del pulso geopolítico entre Estados Unidos y China.
La semana de alto nivel de la APEC comenzó oficialmente este domingo en San Francisco (California) con dos días de reuniones de ministros de Finanzas, seguidos por otros dos días de intercambios entre titulares de Exteriores para acabar el jueves y viernes con la esperada cumbre de líderes.
Estas son las claves del encuentro:
El objetivo de la APEC
La APEC, fundada en 1989 con el objetivo de fomentar la integración comercial, agrupa a 21 territorios de Asia y América bañados por el océano Pacífico: Australia, Brunéi, Canadá, Chile, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.
El foro representa el 60% del PIB mundial, casi la mitad del comercio global y agrupa al 40% de los habitantes de este planeta.
Sus socios se denominan economías, no países, para que los delegados de China, Hong Kong y Taiwán puedan coincidir.
Estados Unidos como anfitrión
Estados Unidos ejerce como anfitrión de esta 30 edición de las semanas de alto nivel de la APEC, después de haberlo hecho en 1993 en Seattle y en 2011 en Honolulu.
Bajo el lema “Creando un futuro resiliente y sostenible para todos”, Estados Unidos busca subrayar su compromiso con un futuro “innovador” e “inclusivo” para la región del Asia-Pacífico, afirmó esta semana en una rueda de prensa Matt Murray, uno de los funcionarios estadounidenses encargados de organizar el encuentro.
Anuncios de Washington en materia comercial
Según Murray y otros funcionarios de EE.UU., durante la cumbre habrá importantes anuncios en materia comercial dentro del Marco Económico del Indo-Pacífico (IPEF), creado en mayo de 2022 por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para ofrecer a Asia-Pacífico alternativas al comercio con China.
Esos anuncios abordarán temas cruciales como la promoción de energías limpias y los esfuerzos para acabar con la evasión fiscal, detalló a EFE otro funcionario.
Con esos anuncios en el marco del IPEF, Biden busca demostrar que Estados Unidos sigue abierto al comercio pese al giro proteccionista que el país dio bajo la Presidencia de Donald Trump (2017-2021), y que se puso de manifiesto con la salida en 2017 del ambicioso Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
El TPP, impulsado por Barack Obama (2009-2017), buscaba unir comercialmente a 12 países de la cuenca del Pacífico, excluyendo a China, en un intento de frenar su auge económico.
Habrá que ver si los anuncios de Biden sirven para contentar a los países asiáticos, que reclaman a Washington un mayor acceso al mercado estadounidense con tratados de libre comercio.
China busca promocionarse en la escena mundial
Frente a esa estrategia de Washington, el presidente chino, Xi Jinping, buscará en la cumbre una mayor inversión de empresas estadounidenses en China, justo en un momento en que la recuperación pospandémica parece haberse ralentizado.
En concreto, Xi tiene previsto encabezar una cena con destacados empresarios estadounidenses y miembros de centros de pensamiento, dijeron a EFE dos fuentes familiarizadas con esos planes.
La reunión entre Biden y Xi
Con Biden y Xi como protagonistas, uno de los momentos más esperados será la reunión entre ambos líderes, prevista para el miércoles en el área de la bahía de San Francisco.
El encuentro tendrá como objetivo evitar que la competencia entre las dos mayores economías del mundo desemboque en un conflicto abierto, especialmente con la tensión a flor de piel en Taiwán y el mar de la China Meridional.
Además, según adelantaron a la prensa funcionarios estadounidenses, Biden aprovechará ese encuentro para pedir a Xi que ejerza su influencia sobre Irán para que la violencia no se expanda por Oriente Medio debido a la guerra entre Israel y Hamás, así como al constante intercambio de fuego entre Israel y milicianos en Líbano del grupo chií Hizbulá, apoyado por Teherán.
Polémica por México, Perú, Hong Kong y Rusia
Y es que, aunque la APEC es el evento central, mucha atención se centrará en el intercambio entre sus líderes.
Por ejemplo, las cámaras de televisión estarán siguiendo cualquier intercambio que puedan tener el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y su homóloga peruana, Dina Boluarte, enfrentados por la destitución en diciembre de 2022 del entonces mandatario peruano, el izquierdista Pedro Castillo.
También habrá polémica por la representación de Hong Kong en el foro, ya que el jefe del Ejecutivo John Lee no ha sido invitado porque ha sido sancionado por EE.UU. por violaciones de derechos humanos.
Tampoco acudirá a la cumbre del presidente ruso, Vladímir Putin, y la delegación de ese país estará liderada por el viceprimer ministro, Alekséi Overchuk.
Incógnita por el comunicado final
Por último, una incógnita clave es si la APEC, donde las decisiones se toman por consenso, podrá emitir una declaración final dada la diversidad de opiniones sobre la guerra en Ucrania y el conflicto en Oriente Medio.
En la cumbre anterior celebrada en Bangkok, los líderes de la APEC lograron publicar un comunicado conjunto en el que la mayoría de los miembros condenaba la “agresión” rusa contra Ucrania, recurriendo a una fórmula que ya había sido empleada en el G20 de 2022 en Bali.
Sin embargo, en el G20 de este año en Nueva Delhi, la declaración final no incluyó una condena explícita a la guerra en Ucrania, por lo que las expectativas esta vez están más bajas.