A 45 días del azote del huracán Otis en Acapulco, uno de los principales destinos turísticos de México, el show de clavadistas de La Quebrada, regresó con solo dos horarios de función al público turista.
Este espectáculo es uno de los más emblemáticos y tradicionales en Acapulco, donde se concentra la mayor actividad turística del Estado de Guerrero, y el epicentro de los desastres tras el impacto del pasado 25 de octubre de Otis, como huracán categoría 5.
Los clavadistas advirtieron que, por ahora, solo tendrán dos horarios y sus funciones dependerán también de la cantidad de turistas que lleguen durante las vacaciones decembrinas.
Este viernes, la primera función comenzó a las 13:00 h del tiempo local, misma que fue gratuita, y la segunda, alrededor de las 18:00 horas, ya con un costo 100 pesospor persona adulta y 50 pesos para niños.
Al filo de La Quebrada, un acantilado de más de 40 metros de altura, donde las fuertes olas impactan las rocas y el agua cuenta con más de 4 metros de profundidad, seis mexicanos comenzaron con el primer show, de los cuales dos eras menores de edad, seguidos de un clavado doble y otros tres clavados de una altura de 28 y 35 metros.
Los nervios, adrenalina y las ganas de brindar un gran espectáculo a todos los visitantes, abundaron en los clavadistas, quienes subieron los acantilados, rezaron y agradecieron a la Virgen de Guadalupe y realizar sus clavados.
El clavadista, Giovanni Vargas, dijo que esta reapertura se da después de 45 días del impacto de Otis, por lo que han comenzado también con los entrenamientos.
Los clavadistas advirtieron que, por ahora, solo tendrán dos horarios y sus funciones dependerán también de la cantidad de turistas que lleguen durante las vacaciones decembrinas.
Este viernes, la primera función comenzó a las 13:00 h del tiempo local, misma que fue gratuita, y la segunda, alrededor de las 18:00 horas, ya con un costo 100 pesospor persona adulta y 50 pesos para niños.
Al filo de La Quebrada, un acantilado de más de 40 metros de altura, donde las fuertes olas impactan las rocas y el agua cuenta con más de 4 metros de profundidad, seis mexicanos comenzaron con el primer show, de los cuales dos eras menores de edad, seguidos de un clavado doble y otros tres clavados de una altura de 28 y 35 metros.
Los nervios, adrenalina y las ganas de brindar un gran espectáculo a todos los visitantes, abundaron en los clavadistas, quienes subieron los acantilados, rezaron y agradecieron a la Virgen de Guadalupe y realizar sus clavados.
El clavadista, Giovanni Vargas, dijo que esta reapertura se da después de 45 días del impacto de Otis, por lo que han comenzado también con los entrenamientos.
“Esta función la estamos brindando completamente gratis para el público en general, locales, turistas, más que nada con la finalidad de que vengan, se despejen un poco de lo que ha sucedido en el puerto”, señaló.
Vargas también reconoció una baja en el turismo tras el azote de Otis, por lo que afirmó que mantendrán, por un tiempo, solo dos horarios de funciones.
“Ya veremos en temporada decembrina, que dé el inicio de la temporada vacacional, y esperemos que vengan muchos turistas a visitarnos y los horarios se regularicen”, expresó.
Por otro lado, los clavadistas recordaron a todos sus compañeros que acudían a bordo de sus embarcaciones, pero a partir de ahora ya no podrán realizarlo, debido a todas las pérdidas que hubo con los yates de recreo y privados.
“Es triste no tener esas embarcaciones que venían a visitarnos”, lamentó.
Previo, al primer espectáculo, ballenas también se presentaron en la bahía de Santa Lucía, quienes sorprendieron a los pocos turistas que habían acudido este viernes, así como a los clavadistas.
El turista de la Ciudad de México, Víctor Ángel Salazar, confesó que era muy bonito acudir al puerto y poder participar en esta reapertura, además de la visita de las ballenas.
“Vimos algo espectacular que fueron las ballenas, fue algo increíble, en el tiempo que hemos venido a Acapulco nunca habíamos visto a las ballenas, es suerte para nosotros los turistas”, concluyó.