El exvicepresidente de Ecuador, Jorge Glas (2013-2018), que se encuentra en calidad de “huésped” en la Embajada de México en Quito, pedirá asilo diplomático al país, confirmó a EFE su abogado, Eduardo Franco Loor.
El letrado indicó que la solicitud la realizará por considerar que es un perseguido político y que ha sufrido una “arremetida ilegal, arbitraria e inconstitucional” por parte de la Fiscalía.
Glas, quien fue vicepresidente durante parte de los Gobiernos de Rafael Correa y Lenín Moreno, ingresó el pasado fin de semana en la legación diplomática en momentos en que la Fiscalía había pedido su comparecencia para investigaciones en el caso denominado ‘Reconstrucción’.
Franco Loor opinó que la Fiscalía tiene una posición de “revanchismo político, de venganza” porque el movimiento político correísta Revolución Ciudadana, al que pertenece de Glas, presentó en la Asamblea Nacional el pedido de enjuiciamiento político para la titular del Ministerio Público, Diana Salazar.
“Ella (Salazar) en un afán de retaliación, ha continuado y ha incrementado la persecución política contra Jorge Glas”, dijo Franco Loor.
Ante ello, Glas “precautelando su integridad física, su salud y su vida, porque, obviamente las cárceles del país no están controladas por el Estado, sino por los narcotraficantes, ha decidido, solicitar el asilo diplomático, en virtud de la Convención de Asilo diplomático de Caracas, de 1954”, dijo.
Agregó que México “es un país muy apegado a los principios y a los tratados internacionales”, por lo que mostró su esperanza de que “en los próximos días este país conceda el asilo de conformidad con el artículo 3, porque todas las acciones penales que se han seguido contra Jorge Glas, y contra otros dirigentes de la Revolución Ciudadana, son absolutamente revestidos de carácter político”.
En agosto pasado, Glas dijo que buscará revertir esa condena después de que el Supremo Tribunal Federal de Brasil anulara las pruebas usadas en su contra en el caso Odebrecht, asunto que afectó también a otros políticos brasileños, de varios países latinoamericanos y de otras partes del mundo.
Franco Loor insistió en que su defendido es un “perseguido político” al referirse al caso ‘Reconstrucción’ que investiga la Fiscalía, relacionado con la presunta existencia de abuso de dinero público en beneficio de terceras personas naturales y jurídicas, que fueron contratistas y fiscalizadores de contratos, suscritos en el marco de la emergencia por el terremoto del 16 de abril de 2016.
Una fuente de la Asamblea Nacional confirmó a EFE que esa instancia analizará mañana el pedido del juez, Luis Rivera, sobre si autoriza o no el enjuiciamiento penal del Glas.
Aunque la medida en el Parlamento aplica para las autoridades en funciones, el pedido ha pasado a esa instancia porque “supuestamente, según la Fiscalía, los hechos delictivos habían sido perpetrados” cuando Glas era vicepresidente, dijo el abogado.
Loor consideró que la fiscal “quiere continuar con este proceso de hostigamiento, de odio, de ensañamiento, de una aversión manifiesta contra Jorge Glas”.
El abogado señaló que el exvicepresidente está “un poco deprimido” pues “cualquiera se deprime ante esta situación de hostigamiento, de permanentes ataques”.