Opinión

Despertar empresarial

Dra. Elizabeth Lizeth Mayer Granados

Doctora en Economía y Finanzas. Profesora investigadora en temas de emprendimiento. Cofundadora de las marcas VeryChoco; bestmascota; YOYOGUI; y arteztik. Autora del cuento infantil “la cebra y el caballo”.

Dra. Elizabeth Lizeth Mayer Granados

X: @MayerGran

Los riesgos de emprender

En una economía volátil y en constante cambio como la que vivimos actualmente, el riesgo que enfrentan los emprendedores es mucho mayor que en tiempos menos turbios. Los emprendedores asumen varios riesgos al iniciar y administrar sus propios negocios, tanto financieros como personales. Uno de los más importantes es el riesgo financiero. Los emprendedores a menudo invierten su propio dinero o buscan financiamiento para iniciar y hacer crecer sus negocios. Pero analizar el momento para la inversión, capitalizar un nuevo emprendimiento o el lanzamiento de una start-up debe analizarse cuidadosamente ya que, existe el riesgo de perder esa inversión si el negocio no tiene éxito.

Es común que el empresario busque cubrir los riesgos informándose sobre la política monetaria, la inflación, el tipo de cambio, los índices bursátiles, los cambios que se producen en el mercado y las tasas de interés. Como bien sabemos, el comportamiento de dichos indicadores no es algo que el empresario controle. Sin embargo, conocer sobre ellos brinda a los empresarios datos valiosos a la hora de tomar decisiones para sus emprendimientos de negocio.

Para disminuir el riesgo de inversión, es importante analizar una serie de indicadores y factores antes de tomar una decisión. Estos pueden variar según el tipo de inversión y el giro del modelo de negocio del emprendimiento. Las actividades clave para evaluar una inversión son: el análisis financiero, la valoración del mercado, el ánálisis de la industria, los riesgos del sector, el análisis macroeconómico y lo que se conoce como Due diligence, es decir, el análisis exhaustivo que se lleva a cabo antes de realizar una inversión, una adquisición o una transacción comercial significativa.

Según los libros sobre administracón de riesgos1, podemos clasificar los riesgos en dos tipos: los riesgos del entorno, y los riesgos generados en la empresa. El primero, tienen que ver con los factores formales o externos, por ejemplo, el riesgo social, el riesgo político, riesgo de la naturaleza (terremotos, desastres naturales, etc.), riesgo económico, riesgo tecnológico, riesgo país, riesgo del mercado. El segundo, tiene que ver con los riesgos que se pueden presentar dentro de la empresa, como el riesgo estratégico, riesgo operativo, riesgos financieros, riesgo de inversión y/o reinversión, riesgo de crédito, riesgo legal, riesgo especulativo y el riesgo laboral. Cabe mencionar que muchos de estos riesgos estan correlacionados.

Invariablemente, habrá riesgos al emprender un proyecto de negocio, ya sea para la creación de una nueva empresa o para el crecimiento de la empresa existente. Las inversiones de mayor riesgo son las que suelen proporcionar mayores rendimientos, pero hay que considerar que su volatilidad es alta y que el riesgo crecerá si aumenta la cantidad invertida.

Sin embargo, el mayor riesgo para emprender tiene que ver con el miedo a fallar, a perder o fracasar2. En ese sentido, la aversión al riesgo se manifiesta cuando los emprendedores o los inversores están dispuestos a aceptar un menor rendimiento o beneficio a cambio de evitar o reducir la posibilidad de pérdida. En pocas palabras, aversión al riesgo es la capacidad del emprendedor para superar el miedo al fracaso. Para tener un mayor control hay que estar bien informados y una clave para gestionar los riesgos de inversión es elaborar un plan financiero y un plan de negocios.

¿Y tú que tan tolerante eres al riesgo de emprender en los negocios?

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