Una mujer testigo de Jehová ecuatoriana residente en España denunció al Estado español ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por obligarla a recibir transfusiones de sangre en contra de su voluntad.
La mujer, de 36 años, ingresó en el Hospital de Soria en 2018 por una hemorragia. Al ser testigo de Jehová, tiene una creencia religiosa que le prohíbe recibir transfusiones de sangre, incluso si su vida está en peligro. Por ello, firmó tres documentos en los que manifestó su negativa a recibir este tratamiento.
Sin embargo, los médicos del hospital contactaron con un juez de guardia, que autorizó las transfusiones de sangre. El juez consideró que la vida de la mujer estaba en riesgo y que, por lo tanto, era necesario violar su derecho a la libertad de religión para salvarla.
La mujer no fue informada de las transfusiones de sangre
La mujer fue operada y recibió transfusiones de sangre, sin que fuera informada de la orden judicial. Ella y sus abogados consideran que la intervención fue ilegítima, ya que la mujer estaba consciente cuando fue llevada al quirófano y podía tomar sus propias decisiones.
La mujer recurrió la decisión del juez de guardia, pero los juzgados españoles confirmaron la medida. También presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, pero este lo declaró inadmisible.
Por ello, la mujer decidió llevar su caso al TEDH, alegando que las autoridades españolas violaron su derecho a la vida privada y a la libertad de religión.
El TEDH escuchará las alegaciones de la mujer. Tras ello, los magistrados deliberarán en privado y emitirán una sentencia, que se conocerá en una fecha posterior.
El caso de esta mujer podría sentar un precedente importante en materia de derechos humanos. Si el TEDH falla a su favor, podría obligar a los Estados a respetar las creencias religiosas de sus ciudadanos, incluso cuando estas entran en conflicto con los tratamientos médicos necesarios para salvar la vida.
¿Las transfusiones de sangre son seguras?
En el pasado, las transfusiones de sangre eran una fuente importante de infecciones, como la hepatitis B y C y el VIH. Sin embargo, los avances en las pruebas de detección y el tratamiento de las infecciones han hecho que el suministro actual de sangre sea mucho más seguro que antes.
Antes de donar sangre, los donantes deben responder una serie de preguntas detalladas sobre su salud. Estas preguntas están diseñadas para identificar a las personas que pueden tener un mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas que se pueden transmitir a través de la sangre.