El municipio de González se pintó nuevamente de color amarillo y como cada año, los campos de girasoles están listos para recibir a los cientos de turistas, que convirtieron este lugar en una tradición.
Estos espectaculares escenarios naturales al pie del Cerro del Bernal, ícono de Tamaulipas, se ubican en la carretera hacia el ejido de Graciano Sánchez en González.
Los últimos años estos sembradíos se convirtieron en un detonante turístico, que deja importantes derramas económicas para los comerciantes locales.
Además, gracias a este proyecto, que nació de un “incidente”, cada vez se captan más miradas de viajeros nacionales e internacionales en esa zona, que anteriormente no era tan reconocida.
Tras convertirse en un boom turístico, año con año se unen más comerciantes que ofrecerán las delicias gastronómicas y artesanías representativas de González y Tamaulipas.
La página oficial de Facebook,
Campo de Girasoles González Tamaulipas Oficial, informó que abrieron las puertas a todo el público en general en un horario de 7 am a 6 pm. C
El costo por entrada se mantiene en 25 pesos. Pet Friendly y su ubicación campo
https://goo.gl/maps/PV6oonkHsxziQnpHA.
Cabe recordar que es una propiedad privada, por lo que se deben seguir las siguientes reglas para seguridad y comodidad del propio visitante.
No cortar los girasoles
No pisar los girasoles
No robarse los girasoles
No dejar basura en el campo
No ingresar bebidas alcohólicas
No ingresar envases de vidrio
Se aplicarán multas por cortar los girasoles
La historia
La historia relata que hace cuatro años el propietario de los campos decidió sembrar girasol para comercializar la semilla. Pero cuando empezó a crecer la flor las personas invadían el lugar, destruían las plantas y con camionetas arruinaban los sembradíos.
Al año siguiente ocurrió lo mismo por lo que decidió cercar y controlar el ingreso. Pese a la inexperiencia en logística, en dos años lo convirtieron en una zona turística visitada por miles.
Éste es el quinto año consecutivo que se siembra el campo, el objetivo principal es la venta de la semilla a un aceitera de Michoacán, la razón inicial de la siembra del campo.
“En el primer año, se tuvo el detalle que la gente iba y como era campo abierto no había cerca nada, la gente se metía y empezaba a causar destrozos, le quitaba la semilla, arrancaban flores y luego hay ocasiones en que llueve y se metía en camionetas, no había nadie quien vigilara”.
Desde el año antepasado prepararon más el orden y logística del ingreso al lugar, lo que ayudó también al rendimiento por hectárea de semilla.
Se esperan turistas de los vecinos estados de San Luis Potosí, Nuevo León y Veracruz, ya que agencias de viajes mostraron su intención. Sin olvidar los miles de tamaulipecos que acuden a tomarse la fotografía.
“Sí es una experiencia única, porque sí hay más campos en el estado, pero no tienen el Cerro del Bernal, que es símbolo de nuestro estado y se ve impresionante. Es un detonante importante, la mayor parte de la gente se dedica a la agricultura y ganadería, turismo prácticamente no hay, pero los girasoles detonaron el turismo”.
El girasol
Los girasoles son plantas anuales (como lo indica su nombre específico latín: annuus) que pueden medir tres metros de alto. Los tallos son generalmente erectos e hispidos.
La mayoría de las hojas son caulinares, alternas, pecioladas, con base cordiforme y bordes aserrados. La cara inferior es usualmente más o menos hispida, a veces glandulosa y la superior glabra.
El girasol es nativo de Norteamérica o de Centroamérica. Existen registros de su domesticación alrededor del 2600 a. C en México. Su cultivo se remonta al año 1000 a. C.
En muchas culturas originarias americanas, el girasol fue utilizado como la representación de la deidad solar, principalmente los aztecas y otomíes en México, y los incas, chancas, huancas y chachapoyas en el Perú.
Francisco Pizarro lo encontró en Tahuantinsuyo, donde los nativos veneraban una imagen de girasol.
Los españoles llevaron figuras de oro de la flor, así como semillas, a Europa a comienzos del siglo XVI desde allí se extendió a prácticamente todo el mundo, donde hoy es cultivado intensivamente con fines alimenticios y ornamentales.