Exigen que la persona responsable del lamentable incidente se haga cargo de los más de 60 heridos en ese momento y reembolse los gastos incurridos por ellos.
Las personas afectadas por el colapso de la iglesia de la Santa Cruz en Ciudad Madero solicitan que se les indemnice antes de iniciar la construcción de un nuevo templo. Casi cuatro meses después del trágico suceso, continúan asumiendo los costos de sus tratamientos médicos, y algunos de ellos ya no pueden desempeñar sus labores.
La señora Paola afirmó que tuvo una operación de columna y depende de un aparato para ponerse de pie, el cual le donaron. Sin embargo, los estudios necesarios como rayos X resultan costosos, y ha tenido que sufragar estos gastos con la ayuda de su familia. Desde el año pasado, le negaron la atención con un traumatólogo en el hospital del IMSS debido a las vacaciones de los médicos. Fue hasta que presentó una denuncia ante Derechos Humanos, quienes emitieron una recomendación, que finalmente la atendieron la semana pasada.
Por esta razón, solicitan que la persona responsable del trágico incidente responda a los más de 60 lesionados en ese momento y reembolse los gastos ya incurridos. Hasta ahora, debido a su condición, la víctima no puede salir a la calle y, por lo tanto, no ha presentado una denuncia oficial para recibir su indemnización.
En otro caso, la maestra jubilada Martina Nieto Sánchez, quien lamentablemente perdió a tres sobrinas y una nieta de 7 años en el accidente, continúa luchando contra las secuelas. Ha tenido que cubrir los costos de su rehabilitación, ya que también resultó lesionada.
Durante este mes, ha tenido que sufragar los gastos de sus medicamentos y estudios, ya que en el ISSSTE, donde es derechohabiente, no cuentan con los insumos ni los dispositivos necesarios para examinar su fractura en el hombro y clavícula.
“Nadie nos ha indemnizado, los gastos corren por parte nuestra, mi hija me ha estado ayudando mucho, me compro el inmovilizador del hombro, ya también me hice los estudios particular en el Cemain porque en el ISSSTE no tienen el equipo, ni medicamento, yo desde hace cuatro años no surto ahí por lo mismo”.
Tuvo que asumir los gastos del sepelio de sus cuatro familiares, y continúa sosteniendo a otros lesionados, siendo el caso más grave el de la pareja de su sobrina, quien sufrió una fractura en la cadera y aún no puede caminar, permaneciendo postrada en cama.
