El trastorno, que puede impactar a cualquier persona, puede gestionarse con un tratamiento adecuado para llevar una vida normal, según indican los especialistas.
La epilepsia, según especialistas, es un trastorno crónico no transmisible que puede afectar a personas de cualquier edad y género. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y oportuno, es posible que los afectados lleven una vida normal.
En el Día Internacional de la Epilepsia, celebrado cada segundo lunes de febrero, se busca concienciar a la sociedad para eliminar la discriminación y el estigma asociados a esta condición.
La epilepsia es la expresión de descargas eléctricas excesivas en un grupo de células cerebrales (neuronas), pudiendo ocurrir en diversas áreas del cerebro y generando crisis convulsivas. La neuróloga Martha Elvia Palomino Castro, miembro de la Academia Mexicana de Neurología, Sociedad Mexicana de Neurología Pediátrica y Consejo Mexicano de Neurología, proporcionó información sobre la epilepsia y sus manifestaciones.
El cerebro, siendo el centro de todas las funciones del organismo, presenta manifestaciones cuando hay descargas de neuronas, siendo los episodios breves cuando son generalizadas. Las contracciones musculares con pérdida de conocimiento y trauma lingual son las que generan mayor angustia, pudiendo causar confusión, cefalea o desorientación durante minutos u horas, según explicó la neuróloga Martha Elvia Palomino Castro.
¿Cuál es la frecuencia de este trastorno en el estado de Tamaulipas?
Según datos de la Secretaría de Salud Federal, en Tamaulipas la incidencia de un trastorno específico es de 10 a 20 casos por mil habitantes, lo que equivale al 1.08% al 2% de la población total.
En cuanto a la neurociencia, la especialista destaca la edad como factor crucial, señalando que los niños son los más susceptibles, especialmente en los primeros años de vida, debido a causas prenatales, perinatales o condiciones como partos distócicos y bajo peso al nacer, como en el caso de los prematuros.
En el primer año de vida, la epilepsia suele manifestarse con mayor frecuencia debido a malformaciones congénitas o trastornos genéticos con malformaciones cerebrales asociadas. A medida que la población envejece, los traumatismos craneoencefálicos graves se vuelven relevantes, siendo la principal causa de convulsiones, especialmente en personas mayores de 65 años, donde las enfermedades cerebrovasculares prevalecen. Estas pueden incluir infartos cerebrales, embolias, hemorragias, así como infecciones cerebrales como meningitis, encefalitis o neurocisticercosis.
Es crucial destacar que medidas preventivas, como la vacunación, pueden ayudar a evitar estos problemas, aunque los tumores cerebrales, aunque menos frecuentes, también deben considerarse.
La mortalidad en pacientes con epilepsia no es inherente; sin embargo, aquellos que carecen de un control adecuado o tratamiento pueden enfrentar riesgos como caídas, traumatismos graves, fracturas, quemaduras, así como morbilidades psicosociales como depresión o ansiedad.
La actividad cerebral se evalúa mediante funciones electrofisiológicas, que revelan descargas neuronales asociadas a crisis convulsivas, algunas parciales. La conciencia pública es crucial, ya que el 70% de los pacientes pueden ser controlados, y es fundamental desterrar el estigma asociado a la epilepsia.
La neuróloga enfatiza la importancia de buscar ayuda médica ante sospechas de crisis, ya que un tratamiento oportuno es clave para el pronóstico, destacando que la falta de adherencia al medicamento es la principal causa de descontrol.
En el Día Internacional de la Epilepsia, se subraya la relevancia de un tratamiento adecuado para llevar una vida normal en la medida de lo posible.
