Integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Tamaulipas, reconocen que han tenido que aprender a vivir con la violencia, ya que los trabajos no se pueden detener porque esto representará una pérdida millonaria para las empresas.
En una entrevista realizada en el municipio de Tampico, los constructores hicieron referencia a los municipios de la frontera tamaulipeca, dónde en los últimos años se han registrado situaciones complicadas, pero que han tenido que continuar con sus movimientos porque hay familias que dependen de ellos.
Pablo Eduardo Haro Panduro, presidente de la CMIC en Tamaulipas, precisó que en las carreteras de Tamaulipas existe seguridad implementada por elementos federales y estatales, lo que permite que sigan llegando inversiones.
“La inseguridad que se registra en la Frontera no puede parar al sector de la construcción en esa zona de Tamaulipas. Yo soy de Matamoros, realmente no nos ha afectado. Nos hemos enseñado a vivir con ello, no podemos parar porque tenemos gente detrás de nosotros, que dependen de nosotros, no podemos escondernos o irnos a otro país a otros estados. Tenemos que vivir con ello, vamos a seguir y a luchar contra eso”.
Por otro lado, Haro Panduro dijo que es preocupante la falta de asignación de recursos federales para que se concrete obra pública que afecta al 50 por ciento de las empresas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Tamaulipas que se dedican a la construcción de caminos.
En este rubro son entre 15 a 20 compañías y a distintos sectores productivos de Tamaulipas por lo que solicitarán el apoyo del gobernador del estado, Américo Villarreal Anaya.