Cualquier individuo cercano a la víctima puede cometer el delito de espionaje digital, pero existen medidas para protegerse.
En México, la realidad de que alguien cercano pueda espiar tu teléfono celular, acceder a tus chats y fotos, es una preocupación latente.
México ocupa el noveno lugar a nivel mundial en la práctica del “stalkerware”, donde aquellos cercanos a la víctima son los principales perpetradores, según expertos. Judith Tapia, Gerente de Producto de Kaspersky, describe esta forma de acoso digital como el uso de aplicaciones para espiar que requieren acceso al teléfono móvil de la persona afectada.
Los abusadores obtienen el software en tiendas de aplicaciones y lo instalan como una aplicación común en el dispositivo de la víctima, explicó Tapia durante la conferencia.
En esta situación, la privacidad de las personas deja de ser tal, ya que su ubicación, fotos, mensajes e incluso actividad financiera son vigilados por otros, detalló.
Según datos de Kaspersky, en México, el 24% de las mujeres y el 21% de los hombres son afectados por este tipo de abuso. Además, tres de cada diez personas justifican este espionaje argumentando que lo hacen por la seguridad de la persona vigilada, por sospechas de infidelidad, o por creer que están involucradas en actividades criminales.
¿Cómo saber si mi teléfono es espiado?
Judith Tapia señala que las víctimas de espionaje digital pueden notar un aumento en el uso de sus datos móviles y una rápida descarga de la batería.
“Las personas deben revisar qué aplicaciones hay instaladas en su celular, y si hay apps desconocidas, posiblemente estén siendo rastreadas”, advierte.
Además, al utilizar el teléfono, la persona puede notar ruidos sospechosos de fondo o tener la sensación de que otros conocen información privada o datos compartidos “privadamente” desde su dispositivo.
Para evitar el espionaje de nuestro teléfono celular, la especialista recomienda usar contraseñas complejas para bloquear el dispositivo.
Además, sugiere revisar las aplicaciones instaladas y eliminar las que no sean necesarias, deshabilitar la instalación de aplicaciones de terceros y no dejar nuestros teléfonos sin supervisión.