Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, confirmó la liberación de 18 de las personas que fueron secuestradas en distintos puntos de Culiacán de las cuales nueve son adultos y nueve menores de edad.
El mandatario señaló que a las personas liberadas se les brinda la atención que corresponde en su calidad de víctimas mientras se mantiene el operativo de búsqueda en la entidad.
De acuerdo con el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Gerardo Mérida Sánchez, menos 25 personas integrantes de tres familias, fueron reportadas como desaparecidas, entre ellas 10 menores de edad.
El secretario detalló que el trabajo que se realiza en la zona se da con la finalidad de localizar a las personas las cuales precisó, se encuentran “privadas de la libertad”.
Señaló que, hasta el momento, no se han recibido llamadas para solicitar algún rescate y que se investiga el reporte de seis familias más.
El número de personas víctimas fue variando a lo largo del día, esto después de que las cifras que se han ofrecido por parte del gobernador del estado de Sinaloa, Rubén Rocha, contrastan con los ofrecidos por la Secretaría de Seguridad Pública.
Previamente, Rocha Moya también pidió no temer ante la situación, pues precisó, no están confirmados los secuestros.
“Hay elementos de relativa certeza de que esto sí ocurrió, pero necesitamos comprobarlo”, enfatizó en una entrevista ante medios de comunicación el mandatario de Morena.
Asimismo, pidió a la ciudadanía que “no tengan miedo, son cosas que lamentablemente ocurren” y garantizó que existe autoridad en el estado la cual señaló “no está de ninguna manera rebasada”.
Finalmente, declaró que están trabajando para encontrar a las personas secuestradas.
“Es un operativo especial que se da de inmediato, se implementa. No hay necesidad de refuerzos, hay suficientes elementos de (seguridad)”, explicó.
Los hechos ocurren apenas días después de que autoridades informaron del asesinato de Samuel Ibarra Peralta, alias ‘El Pía’, líder o ‘jefe de plaza’ de Los Chapitos o La Chapiza del Cártel de Sinaloa en Sonora y Baja California, estados en la frontera noroeste de México con Estados Unidos, en medio de una disputa de bandas.
