Más dudas que certezas predominan en el caso de Debanhi Susana Escobar Bazaldua, a dos años de darse a conocer su desaparición, y tiempo después, su fallecimiento.
Una fotografía captada por el conductor de un taxi por aplicación fue el único indicio con el que la autoridad contaba para investigar sobre su paradero, luego de que presuntamente fuera abandonada por dos amigas cuando asistían a una fiesta en una quinta ubicada en el sector Nueva Castilla, del municipio de Escobedo.
La búsqueda se intensificó, al grado que Mario Escobar, padre de la joven de 18 años, hoy aspirante a una diputación federal, atrajo la atención internacional ante las inconsistencias del caso.
Entonces, los padres de Debanhi, así como decenas de integrantes de colectivos y civiles, sostenían volantes con el rostro e información de la estudiante de derecho, y los repartían en comercios, carreteras y en distintos sectores, extendiéndose la búsqueda por casi dos semanas.
Toda esperanza de encontrar con vida a Debanhi culminó cuando su cuerpo fue reportado al interior del motel Nueva Castilla, sitio resguardado y cateado con anterioridad por autoridades.
Hoy, a dos años del reporte de su desaparición, el caso de Debanhi sigue estremeciendo al país, con poco avance en la investigación y en general, poco progreso en el combate a los feminicidios en Nuevo León.