Esta es la increíble historia de un pescador que se hizo de mascota a un pelícano canadiense que llegó herido a su negocio en “La Puntilla” de Tampico para quedarse como un miembro más de la familia.
Se trata de Benito Guzmán Castillo, que en toda su vida se ha dedicado a la pesca y venta de mariscos en el municipio de Tampico, logrando vivir toda clase de experiencias y soportado las crisis al paso de más de 50 años.
Pero su vida cambió hace 3 años que un pelícano de esta especie llegó hasta su negocio con el pico lesionado, lo que le impedía poder alimentarse por sí solo.
Este trabajador estaba acostumbrado a verlos volando sobre el río Pánuco cada temporada y también a sumergirse para buscar alimento. Por ello de inmediato se dio cuenta que este animal necesitaba ayuda porque no podía valerse por sí mismo.
Estuvo cuidando de él por un tiempo, sin imaginar, que este pelícano también lo elegiría como su familia. Al poder valerse por sí solo, se pensaba que iba a continuar con su vida y migrar con los de su especie, pero a cambio de esto se quedó a vivir frente al mercado de mariscos.
“Hay un pelícano en especial que viene, ya tiene muchos años viniendo, se le alimenta, agarró confianza conmigo le doy hasta en el pico, tiene el pico roto por eso hay que darle de comer así especial. Hace como tres años, llega, come y se va”.
Todos los días el ave llega a buscar alimento con su amigo, Benito entre las 9:30 y 11 de la mañana. “Le puse un pedazo de plástico y se le acomodó pero el plástico se le hizo hacia arriba se lo tuve que quitar y alimentarlo con la mano, los filetitos como este”.
Es una de tantas historias muy peculiares que se han dado en este sitio ubicado en la Colonia Morelos y Cascajal del municipio de Tampico.