Al menos cuatro titulares de la Fiscalía General de Justicia del Estado y tres administraciones estatales han pasado, desde Junio de 2014, cuando se giró la orden de aprehensión en contra del sacerdote Eduardo Córdova Bautista.
Los encargados de la investigación en la entidad, aseguran que el caso continúa y descartaron “carpetazo” al hecho que a una década sigue sin resolverse, y del cual decenas de víctimas esperan justicia.
Pese a que se busca en 180 países a través de la ficha roja que emitió la Interpol, el sacerdote pederasta continúa desparecido y pareciera que se lo “tragó la tierra”, porque funcionarios llegan y se van y el caso continúa bajo el extinto modelo de “investigación previa”.
“No, no, seguimos en la búsqueda inclusive el ministerio público sigue en ese aspecto actuando en al averiguación, porque es una averiguación previa, los hechos fueron antes de la reforma y para efectos de la no prescripción”, sostuvo, la fiscal general, Manuela García Cázares.
Eduardo Córdova Bautista está acusado de violar y abusar sexualmente de numerosos niños durante sus 30 años como profesor laico y, posteriormente, como sacerdote en la arquidiócesis de San Luis Potosí.
Si bien más de 19 personas han presentado denuncias penales contra él, los defensores de las víctimas sostienen que el número real de víctimas supera el centenar.