Moscú. Este jueves, el presidente ruso Vladimir Putin advirtió que cualquier autorización por parte de Occidente para que Ucrania utilice armamento de largo alcance contra territorio ruso significaría una participación directa de la OTAN, Estados Unidos y sus aliados europeos en la guerra en Ucrania. En declaraciones realizadas al término de un foro cultural en San Petersburgo, Putin enfatizó que tal medida representaría un cambio drástico en la naturaleza del conflicto, convirtiendo a la OTAN y sus aliados en adversarios directos de Rusia.
“Sería una participación directa y esto, por supuesto, supondría un cambio drástico de la esencia misma, de la naturaleza del conflicto”, afirmó Putin. Añadió que si tal situación se concretara, Rusia tomaría las decisiones necesarias en respuesta a las amenazas que surjan contra ella.
Horas antes, en Moscú, el canciller ruso Serguei Lavrov acusó a Washington y Londres de haber permitido desde hace tiempo que Kiev use misiles de largo alcance para atacar territorio ruso. Lavrov sugirió que las potencias occidentales buscan una forma “más decorosa” de hacer pública esta autorización.
En una conferencia ante embajadores y diplomáticos de cerca de 80 países, Lavrov presentó la visión del Kremlin sobre el conflicto, describiéndolo como una guerra que, según él, Occidente ha desatado contra Rusia. También criticó la reciente visita a Kiev de los responsables de política exterior de Estados Unidos y el Reino Unido, calificándola de “escenificación”.
Estas declaraciones subrayan la creciente tensión entre Rusia y Occidente en el contexto del conflicto en Ucrania y reflejan las preocupaciones rusas sobre la escalada militar y el papel de la OTAN en la guerra.