De acuerdo con la encuesta de New York Times/Siena, Harris y Trump están prácticamente empatados en Michigan y Wisconsin.
Siete estados clave, que representan solo una sexta parte de la población de Estados Unidos, se han convertido en los preciados trofeos de los candidatos a la Casa Blanca, la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump. Ambos son conscientes de que cada voto es crucial, ya que las encuestas los muestran prácticamente empatados.
Las campañas presidenciales están utilizando todos sus recursos para captar votos de su oponente en Arizona, Nevada, Míchigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin y Georgia, estados que suman 53 millones de personas dentro de una población total de 354 millones.
Según una encuesta de New York Times/Siena publicada este sábado, Harris y Trump están prácticamente empatados en Míchigan y Wisconsin, y la ventaja de la demócrata ha disminuido ligeramente desde agosto.
Por otro lado, una encuesta de Morning Consult publicada ayer muestra un empate en Georgia y destaca la estrecha ventaja de Harris en seis de los estados: lidera por 3 puntos en Arizona, 7 en Nevada, 5 en Pensilvania, Míchigan y Wisconsin, y 2 en Carolina del Norte.
A pesar de su mejora, gran parte de las ventajas de Harris en la media de encuestas se encuentran dentro del margen de error estadístico, lo que la ha llevado a intensificar su campaña con visitas maratonianas, como la que realizó este viernes en Douglas, un pequeño pueblo fronterizo en el crucial estado de Arizona, donde los residentes sienten que han sido “olvidados”.
“Esto no es lo mismo que hace unos años. Aquí necesitamos muchas cosas del Gobierno, pero solo vienen durante las elecciones”, comentó Rogelio Olguín, un residente de 65 años en esta ciudad del condado de Cochise, bastión republicano.
Olguín se siente desencantado con ambos candidatos y no está seguro de si votará. Su familia está dividida: los más jóvenes ven en Harris una mejor opción, mientras que sus contemporáneos prefieren al republicano, reflejando la tendencia de los votantes en esta área fronteriza.
La vicepresidenta en terrenos conservadores
Harris ha estado presentándose en áreas que tradicionalmente apoyan al exmandatario, con el objetivo de contrarrestar su discurso. En su visita de ayer, arremetió contra Trump en temas de inmigración, acusándolo de “no hacer nada” para reformar el sistema migratorio durante sus cuatro años en el cargo.
En esta primera visita a la frontera como candidata presidencial, su tono fue menos conciliador: “Esta es una elección entre soluciones de sentido común y los mismos viejos juegos políticos de Trump”, afirmó.
La vicepresidenta ha intensificado sus ataques contra el exmandatario para consolidar una ventaja que, según la encuesta de Morning Consult, la sitúa a nivel nacional con 3 puntos porcentuales de ventaja sobre Trump entre los posibles votantes, un punto más que el mes pasado.
Ambas campañas han aumentado sus ofensivas contra sus rivales para atraer a los indecisos, especialmente considerando que en las elecciones presidenciales de 2020, esos siete estados clave se decidieron por márgenes menores a tres puntos.
Por ejemplo, durante el partido de fútbol americano de esta noche entre Georgia y Alabama, al que Trump planea asistir, la campaña de Harris ha anunciado que desplegará una pancarta burlándose de Trump por “evitar un segundo debate”, además de emitir un anuncio televisivo.
Trump también tiene programadas visitas en varios de estos estados clave: hoy realizará un mítin en Prairie du Chien, Wisconsin, y mañana estará en Erie, Pensilvania. El martes intensificará su campaña en Wisconsin y el viernes en Fayetteville, Carolina del Norte.
Su compañero de fórmula, el senador por Ohio JD Vance, estará hoy en Pensilvania y la próxima semana visitará Míchigan y Georgia.