En una calurosa mañana de agosto en las laderas de las montañas de Santa Susana, al norte de Los Ángeles, Wahid Nawabi, CEO de AeroVironment, un fabricante de drones, avanza en un Chevy Traverse por un camino de tierra. En el cielo, uno de los aviones de vigilancia eléctricos Puma de su empresa nos está buscando de manera silenciosa y autónoma.
El amable y delgado Nawabi muestra en una tableta una imagen aérea del cañón cubierto de hierba que atravesamos, transmitida por el Puma, del cual se han enviado 1,300 unidades a Ucrania por un total de 318 millones de dólares. Este dron utiliza visión artificial para navegar, identificando puntos de referencia en comparación con mapas internos, mientras busca objetivos como tanques o lanzacohetes de manera autónoma. Nawabi señala cuando el dron identifica nuestro vehículo, que aparece en la pantalla dentro de un recuadro blanco.
En el contexto del conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que podría suceder a continuación es un ataque preciso con el Switchblade, un arma clave en los planes de Nawabi para convertir AeroVironment en una empresa multimillonaria en los próximos tres a cinco años, en contraste con los 717 millones de dólares en ingresos de su año fiscal 2024.
El Switchblade es un tipo de dron kamikaze, diseñado para merodear en el campo de batalla hasta encontrar un objetivo adecuado para atacar. Tanto las fuerzas rusas como las ucranianas los están utilizando en una guerra donde los sistemas antiaéreos han limitado el uso de aviones de combate.
Desde 2022, Estados Unidos ha enviado a Ucrania 700 unidades del Switchblade 300, un misil de 50,000 dólares lo suficientemente compacto como para ser transportado por un soldado en una mochila. Las fuerzas especiales estadounidenses han utilizado este dron en Irak y Afganistán para eliminar objetivos de alto valor a distancias de hasta 10 kilómetros. Más recientemente, Ucrania ha estado buscando versiones más grandes, como el Switchblade 600, que tiene un costo de 200,000 dólares y un alcance de 40 kilómetros.
La guerra en Ucrania ha servido como un campo de pruebas para los drones, donde los fabricantes están mejorando sus diseños. AeroVironment enfrentó desafíos al lidiar con la guerra electrónica rusa, pero ha demostrado ser uno de los ganadores, con una tasa de efectividad superior al 80% para el Switchblade tras modificaciones y mejor entrenamiento.
El mes pasado, AeroVironment recibió un contrato del Ejército por hasta 990 millones de dólares para suministrar Switchblade hasta 2029, el más grande en la historia de la empresa. Además, compite por contratos con otras ramas del ejército y aliados internacionales que buscan incrementar el uso de drones.
Otras empresas también están en la carrera: un estudio reportó que 123 entidades en 32 países están produciendo drones de ataque unidireccionales, incluyendo empresas israelíes y nuevas startups de defensa. Sin embargo, AeroVironment, que ha sido el proveedor principal de pequeños drones del Departamento de Defensa durante dos décadas, tiene la experiencia y las relaciones necesarias para satisfacer la creciente demanda.
Nawabi subraya que la fabricación para el Departamento de Defensa es un proceso riguroso. En mayo, el Pentágono adjudicó a AeroVironment un contrato para construir Switchblades en el marco del proyecto Replicator, que busca desarrollar miles de drones autónomos para el Ejército en caso de un conflicto con China. AeroVironment es actualmente la única empresa nombrada públicamente para este tipo de acuerdo.
Las oportunidades para los drones de vigilancia y los robots terrestres de AeroVironment también están creciendo, con ventas que alcanzaron 448 millones de dólares el año pasado. Las ventas internacionales están en aumento, con países como el Reino Unido y Francia realizando compras iniciales del Switchblade.
Los inversores han mostrado un gran interés en AeroVironment, cuyas acciones casi se han cuadruplicado desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, lo que le ha dado a la empresa una capitalización de mercado de 5,900 millones de dólares. La compañía ha reportado beneficios netos de 60 millones de dólares y espera un crecimiento de al menos el 20% en ventas anuales durante los próximos tres años.
Incluso si se llegara a un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, AeroVironment seguiría teniendo oportunidades significativas en un mundo donde el enfoque sobre la guerra ha cambiado. Nawabi, quien escapó de Afganistán a los 14 años, se siente satisfecho de contribuir a la lucha contra Rusia con el desarrollo del Switchblade.
La empresa, que se centra en la innovación, está duplicando su capacidad de producción de Switchblade y otros drones. El mercado de drones militares se espera que crezca significativamente en los próximos años, y AeroVironment está bien posicionada para aprovechar esta tendencia, a pesar de la competencia creciente. Nawabi está convencido de que si logra tener éxito en uno o dos de sus proyectos, la empresa podría crecer considerablemente.