La presidenta Claudia Sheinbaum presentó su plan nacional de seguridad, centrado en “abordar las causas de la violencia” y prometió evitar una “guerra contra el narcotráfico”, en un contexto donde se registraron más de 190,000 asesinatos durante el gobierno anterior.
Sheinbaum enfatizó: “No volveremos a la ‘guerra contra el narco’ de Calderón. No buscamos ejecuciones extrajudiciales; nuestra estrategia se basa en la prevención, la atención a las causas, la inteligencia y la presencia.”
Durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la tasa de homicidios alcanzó 26.6 por cada 100,000 habitantes, y Sheinbaum se comprometió a “reforzar” las políticas de atención a las causas de la violencia, con un enfoque en programas sociales para jóvenes.
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, delineó los cuatro pilares de la estrategia: atender las causas de la violencia, consolidar la Guardia Nacional, implementar inteligencia contra el crimen y coordinar esfuerzos entre las autoridades.
Se priorizará el apoyo a familias vulnerables para reducir la pobreza y la desigualdad, buscando así alejarlas de la delincuencia. García Harfuch defendió la inclusión de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad, desestimando acusaciones de militarización tras la masacre de migrantes en un operativo militar.
El plan también incluye la creación de una Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial y una reforma para establecer un Sistema Nacional de Inteligencia, además de una “coordinación absoluta” entre las instituciones de seguridad.
Los tres objetivos principales del gobierno son reducir la incidencia delictiva, neutralizar redes criminales y fortalecer las capacidades de las policías.