El resurgimiento del tren de pasajeros en México enfrenta desafíos significativos, según José Antonio Grandell Sicilia, director técnico de Renfe para el Tren Maya. Destaca que la falta de personal calificado y la escasez de constructoras mexicanas con experiencia complican la construcción de estos proyectos.
Desde 2010, la inversión en ferrocarriles ha sido limitada, y el sector de trenes de pasajeros ha estado en un estado de abandono desde la privatización de 1995, que desmanteló el servicio público de transporte de pasajeros. Sin embargo, Grandell expresa optimismo por el renacimiento del sistema ferroviario en el país.
La historia del ferrocarril en México ha estado marcada por la falta de inversión, lo que ha llevado a una situación precaria, especialmente en el ámbito de pasajeros. Actualmente, el gobierno busca transformar al tren en un motor de desarrollo económico y social.
Para lograrlo, es esencial contar con empresas con experiencia y realizar fuertes inversiones en formación técnica. Las Fuerzas Armadas han tomado un papel clave en la construcción y operación de proyectos ferroviarios, lo que ha requerido un ajuste administrativo y organizativo.
Grandell también menciona que, mientras el tren de pasajeros ha desaparecido en gran medida, el transporte de carga ha prosperado, representando casi el 35% del mercado en ese sector. Aunque se han propuesto proyectos de alta velocidad y la reactivación de rutas de pasajeros, la situación sigue siendo complicada.
En la actualidad, existen algunas concesiones de trenes turísticos y suburbanos, así como el Tren Maya y el Interoceánico del Istmo de Tehuantepec. La reciente reforma constitucional del gobierno busca priorizar los trenes de pasajeros sobre los de carga, lo que podría abrir nuevas oportunidades para el desarrollo del transporte ferroviario en el país.