El Banco Mundial advirtió que las proyecciones de crecimiento de México, de 1.7% para 2024 y 1.5% para 2025, no son las más altas en América Latina y el Caribe. Aunque el país posee un “tremendo potencial”, necesita abordar temas como agua, energía, infraestructura, seguridad, capacitación laboral y certeza jurídica para atraer inversiones.
William Maloney, economista jefe para la región, destacó la importancia de asegurar recursos como agua y energía, así como una fuerza laboral bien capacitada. Señaló que los inversionistas deben tener confianza en que las reglas permanecerán estables a largo plazo.
Durante una rueda de prensa virtual sobre el informe “Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento”, Maloney mencionó que la ubicación geográfica de México lo convierte en un destino atractivo para la relocalización de empresas, citando ejemplos como la futura planta de chips de Nvidia.
Sin embargo, también reconoció problemas de energía y agua en el norte, así como preocupaciones de seguridad que pueden afectar la rentabilidad. Afirmó que es crucial que México cuente con una estrategia clara para atraer más inversiones y fomentar el crecimiento.
El economista subrayó que, en el contexto del nearshoring y la transición verde, es vital que el país no solo reciba inversiones, sino que también aproveche estas oportunidades para desarrollar industrias locales de alta tecnología. Destacó el crecimiento de empresas “unicornios” y la necesidad de fortalecer la educación en ciencia e ingeniería, además de mejorar la conexión entre universidades y el sector privado.
Maloney mencionó ejemplos de colaboración en lugares como Querétaro y Guadalajara, donde se busca fomentar un ecosistema de innovación que atraiga multinacionales de alta tecnología. A pesar de los avances en la reducción de la pobreza, señaló que es fundamental seguir trabajando en infraestructura, innovación y educación para dar un salto significativo.
También comentó sobre la relación comercial con América del Norte, indicando que las elecciones en EE. UU. no han generado inquietudes sobre los acuerdos comerciales, lo que podría contribuir a una mayor estabilidad para las inversiones en México. Sin embargo, enfatizó que es crucial establecer reglas claras y garantizar que el crecimiento derivado de inversiones extranjeras sea dinámico y sostenible.