Ciudad de México. Mujeres de comunidades indígenas de ocho regiones del país, que residen en la Ciudad de México, hicieron un llamado para retomar el diálogo con colectivos feministas. Su propuesta es colocar la escultura de la Joven de Amajac en el centro de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, en convivencia con la antimonumenta.
Previo al Día Internacional de la Resistencia de los Pueblos, que se conmemora el 12 de octubre, solicitaron a la jefa de Gobierno, Clara Brugada Molina, que actúe como facilitadora del diálogo que se rompió en 2023. Este desencuentro llevó al gobierno de la ciudad a colocar la escultura de la Joven de Amajac a un costado de la glorieta.
Las mujeres indígenas señalaron que sus comunidades siguen siendo invisibilizadas, especialmente ellas. «No debe haber dos luchas, sino una sola», enfatizaron, recordando que también enfrentan la desaparición de sus propias compañeras, como María Gabriela Palafox, desaparecida desde el 7 de enero de 2022.
Al pie de la escultura, expresaron que su ubicación al lado de la glorieta, en lugar de en el centro como se había planeado tras la remoción del monumento de Cristóbal Colón, las hace sentir discriminadas. Esto fue parte de las razones que llevaron a la ruptura del diálogo con las feministas.
En su llamado a unir fuerzas y coexistir, sugirieron renombrar la rotonda como «glorieta de las mujeres en resistencia». Eusebia Moreno Polo, del colectivo de mujeres indígenas, comentó que están organizadas en la lucha por vivienda digna y espacios para que las artesanas puedan vender sus creaciones, y que es fundamental tener una escultura que las represente en el Paseo de la Reforma.
En el evento también participaron mujeres de las comunidades mazahua, purépecha, otomí, tzotzil y tzeltal.