La Secretaría de Marina se encarga de distribuir las ayudas a los afectados en las zonas rurales del estado.
Habitantes de comunidades rurales en Acapulco, Guerrero, que fueron afectados por las inundaciones provocadas por el huracán John, que tocó tierra el 23 de septiembre, comenzaron a recibir despensas del Gobierno el sábado, a través de la Secretaría de Marina.
La ayuda llegó por la mañana en helicópteros, ya que los camiones pesados no pueden acceder a la zona debido a las malas condiciones que han dificultado la llegada de asistencia.
Cupertina Delgado Alfonso, una campesina de la comunidad de Aguas Calientes, relató que el huracán dañó su casa y su milpa, que es su fuente de trabajo.
“Las láminas del techo me las quitó el huracán y mi huerta está completamente inundada. Todo se me está secando, mis sembrados, mis palmas van a caer porque el lodo del río las ha cubierto. Ni siquiera puedo desazolvar las alcantarillas, están llenas de lodo. Tendré que enviar peones para que saquen todo ese lodo y agua”, comentó.
Relató que, debido a las inundaciones, perdió todo el maíz que había sembrado, y otras plantaciones también están siendo afectadas por las lluvias continuas.
“Mis limones se están secando, y solía cortarlos para comer, pero ahora, ¿de dónde voy a sacar comida?”, mencionó.
Por ello, destacó que la ayuda que recibió hoy le resultó “muy bien”, ya que los precios son altos y no tienen dinero para adquirir los productos, que además escasean.
Hilda González Hernández, otra campesina, señaló que, a pesar de contar con el apoyo de su hijo, sigue trabajando en sus cultivos de plátano, maíz, frijol y calabazas. Sin embargo, aseguró que nunca en su vida había experimentado una inundación de esta magnitud.
“Fue un aguacero que yo no había visto. Tengo 64 años viviendo aquí y nunca había visto tanta agua como ahora. Estamos muy bajos de recursos; de aquí (de la huerta) comemos. Si llega el frijol o el arroz, es una ayuda, porque ya no lo compramos”, detalló.
A pesar de que han pasado más de dos semanas desde el paso del huracán, indicó que las condiciones en la población siguen siendo graves y los caminos para ingresar o salir de estas comunidades son intransitables.
“Las carreteras están en mal estado, llenas de lodo. Los camiones no pueden pasar; ahora ya están intentando arreglarlo, pero no había paso”, puntualizó.
Por su parte, el campesino Miguel Delgado Encarnación mencionó que estas despensas serán de gran ayuda para todos, especialmente para adultos mayores como él, ya que hay quienes no tienen trabajo o simplemente no pueden seguir laborando.
“Esta despensa nos ayuda porque trae algo de comer; tanto yo como mi esposa estamos en una situación difícil y no podemos movernos”, recalcó.
El Gobierno mexicano también ha enviado médicos y medicamentos para atender a la población, aunque la prioridad son los adultos mayores y los niños, especialmente en casos de dengue, que han comenzado a aumentar.
Además, se está instalando una planta potabilizadora que deberá suministrar agua a todos los habitantes de la comunidad, así como a algunas localidades aledañas.