El director de la Alianza Migrante Tijuana señala que el abandono de la frontera norte comenzó durante el mandato de AMLO, cuando se recortaron los apoyos a las organizaciones que atienden a los migrantes.
Asociaciones civiles de Tijuana acusan al gobierno de Claudia Sheinbaum de “no tener un plan” para enfrentar la crisis migratoria que podría generar Donald Trump, quien la semana pasada anunció nuevos nombramientos en línea con sus promesas de deportaciones masivas.
José María García Lara, director de la Alianza Migrante Tijuana, aseguró que el abandono de la frontera comenzó durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando se recortaron los apoyos destinados a las organizaciones civiles que atienden a migrantes en todo el país.
“La Federación siempre ha estado muy distante. En la administración anterior, lamentablemente, no hubo apoyo por parte del Gobierno mexicano; al contrario, recortaron esos recursos que eran vitales para las organizaciones que abordan esta problemática, no solo en el norte, sino también en el centro y sur del país”, señaló.
La frontera se prepara para Trump
El activista explicó que, ante la posible victoria de Trump el 5 de noviembre y sus amenazas de deportaciones masivas, las organizaciones civiles, el Gobierno de Baja California y el Ayuntamiento de Tijuana ya han iniciado reuniones para prepararse ante cualquier eventualidad.
“Ya tuvimos un acercamiento con las autoridades, se está hablando del tema, principalmente por la incertidumbre que nos genera y que no podemos negar. Por eso, se realizó una reunión virtual con todas las autoridades, y se está trabajando en el tema”, explicó García Lara.
La preocupación ha aumentado tras el reciente anuncio del nombramiento de Tom Homan como el próximo “zar de la frontera” de Estados Unidos. Homan, quien fue director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) durante el primer mandato de Donald Trump (2017-2021), fue clave en la implementación de la polémica política de separación de familias migrantes.
Además, Trump designó a Stephen Miller como subdirector de política de la Casa Blanca, una figura conocida como el arquitecto de la estrategia de deportaciones masivas durante su primer mandato.
En Tijuana, García Lara explicó que se están llevando a cabo conversaciones “sobre las posibilidades de apoyo y ayuda por parte de las organizaciones internacionales que estarán pendientes de esta situación”, que anticipa “se pondrá compleja a partir del próximo año”.
Sin embargo, a pesar de la coordinación local, García Lara reconoció que “lo único que sí faltó ahí fue la Federación”.
“Era importante que estuvieran (las autoridades federales), porque también es crucial saber qué van a implementar, qué programas van a poner en marcha, qué acciones van a emprender si se llegan a dar estas deportaciones masivas de mexicanos a nuestras zonas fronterizas”, señaló el activista.
La mano dura en México
Hugo Castro, fundador de la Coalición S.O.S. Migrante, lamentó que “los recursos” del Gobierno de México “se estén utilizando para la persecución de los migrantes”, añadiendo que es preocupante que, a pesar de la creciente violencia contra esta población, “se esté normalizando” esta situación.
“Las autoridades siguen diciendo: ‘rescatamos a los migrantes’, pero ¿cuándo les pidieron apoyo? Son migrantes que quieren cruzar a Estados Unidos, muchos de ellos mexicanos, que ya tienen sus familias en aquel país y que no quieren volver”, expuso García Lara.
El activista explicó que los migrantes ahora se enfrentan a la presencia de la Guardia Nacional de México durante su tránsito.
Según el último informe de seguridad del Gobierno de López Obrador, se han desplegado 36,000 elementos de las Fuerzas Armadas para realizar tareas relacionadas con el control migratorio.
“Con esto, se acentúa la necesidad de buscar medios alternativos para poder llegar a Estados Unidos y así es como terminan en las manos de los polleros (traficantes de personas), que son los únicos que se benefician de toda esta situación”, manifestó.