Donald Trump prometió que implementará cambios tan pronto como asuma la presidencia de Estados Unidos.
Migrantes en la frontera norte de México luchan contrarreloj por obtener una cita de asilo en Estados Unidos a través de ‘CBP One’, la aplicación digital de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que el próximo presidente, Donald Trump, ha prometido eliminar, dejando a miles de personas en el limbo.
El clima de angustia ha aumentado en los últimos meses en Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso, Texas, donde migrantes dijeron a que los tiempos de espera para agendar citas se han alargado, hay fallas técnicas y la demanda es alta antes de la investidura de Trump, el 20 de enero.
“Primeramente, espero que me llegue la aprobación de la cita antes de que tome posesión (Trump) y, en caso de que no llegue, esperar a ver qué sucede”, comentó Ricardo Bravo, un venezolano que lleva días viviendo en la frontera de Ciudad Juárez.
Los migrantes recuerdan que, durante su primera presidencia (2017-2021), Trump implementó medidas restrictivas como el programa ‘Quédate en México’, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se resolvían sus casos.
“Yo pienso que, si no se busca una manera antes de que Trump tome su mandato, todo eso va a desbordar las fronteras. Nuevamente, todos los venezolanos, cubanos, haitianos, hondureños, nicaragüenses, guatemaltecos, todas esas personas van a buscar la manera de ingresar al país ilegalmente”, vaticinó Ricardo.
La migración no para
A pesar de una caída del 76% en la detención diaria de migrantes en la frontera de Estados Unidos desde diciembre, según el Gobierno mexicano, la migración irregular a través de México aumentó un 193% anual, alcanzando un récord de más de 712,000 personas, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria.
Entre quienes buscan llegar a Estados Unidos también hay mexicanos, como Fátima García Morales, originaria del sureño estado de Campeche, quien lleva siete meses en Ciudad Juárez esperando una cita de asilo.
“Nosotros venimos huyendo por el riesgo de que nos vayan a quitar a nuestras hijas para prostituirlas más adelante, cuando ellas crezcan más, o a nosotras las mujeres nos vayan a hacer algo. Ese es el riesgo del que nosotros los mexicanos también estamos huyendo”, explicó.
Una tecnología insuficiente
La Administración del presidente Joe Biden lanzó la aplicación ‘CBP One’ como una solución tecnológica para organizar el acceso a los puertos de entrada en la frontera, pero los activistas la critican por su capacidad limitada para responder a la alta demanda.
Muchos migrantes denuncian problemas constantes, como bloqueos en la plataforma, horarios restrictivos para agendar citas y falta de asistencia técnica.
“No todos tienen un teléfono adecuado o acceso a internet. Es una herramienta que excluye a los más vulnerables”, sostuvo Lourdes Contreras, voluntaria en un albergue local.
“La gente aquí está desesperada, y cada día que pasa sin una cita aumenta su ansiedad”, agregó.
La situación se agrava por el clima de urgencia que ha generado el triunfo de Trump entre los migrantes, quienes temen que el tiempo no les permita completar los trámites necesarios antes de posibles cambios legales, como las deportaciones masivas.
Los albergues en Ciudad Juárez también están a la expectativa, y las organizaciones que trabajan en la región advierten que la falta de soluciones efectivas está poniendo en riesgo tanto a los migrantes como a las comunidades que los acogen.
Además, el impacto psicológico de la espera y la incertidumbre se ha vuelto evidente.
“No sabemos qué es lo que va a suceder, si van a deportar a todos aquí por la franja fronteriza o únicamente a los desplazados mexicanos o los mexicanos que están en Estados Unidos aquí a la frontera”, expresó el pastor Juan Fierro García, director del albergue El Buen Samaritano de la Iglesia Metodista de México.
“Creo yo que México, y todas las fronteras de México, no estamos preparados para poder recibir a esas personas y poder darles algún tipo de albergue”, alertó.