El Banco de México (BdeM) ajustó al alza su proyección de crecimiento económico para 2024, después de haber reducido su estimación en tres ocasiones previas. En su informe trimestral de julio a septiembre de 2024, el primero bajo la administración de Claudia Sheinbaum, el banco central incrementó la expectativa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 1.5% a 1.8%.
Según el BdeM, tras tres trimestres de débil desempeño económico, el tercer trimestre de 2024 mostró una mayor tasa de crecimiento del PIB, superando las previsiones anteriores. Este comportamiento, sumado a la actualización de datos de periodos previos, llevó a la revisión al alza del crecimiento esperado para el año. El mejor desempeño económico se atribuye al impulso de los tres principales sectores productivos, destacando el sector primario (agricultura, pesca y ganadería).
El nuevo rango estimado para el crecimiento del PIB en 2024 se sitúa entre 1.6% y 2%, más ajustado que el del informe previo debido a la disponibilidad de más información. Para 2025, las previsiones consideran un menor dinamismo de la inversión privada debido a la incertidumbre interna y externa, mientras que se anticipa un mayor gasto público según los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) de ese año. Estos factores, que se contraponen, mantienen la proyección puntual de crecimiento para 2025 en 1.2%, con un rango de entre 0.4% y 2%. Para 2026, se estima un crecimiento entre 1% y 2.6%, con una previsión central de 1.8%.
El BdeM proyecta un crecimiento moderado de la economía mexicana en los próximos años, sostenido principalmente por el consumo privado y, en menor medida, por la inversión privada. Sin embargo, la consolidación fiscal en 2025 podría limitar la contribución del gasto público. Se espera que la demanda externa mejore gradualmente, alineada con el crecimiento industrial en Estados Unidos, aunque el banco advierte que este panorama está sujeto a incertidumbre.
Riesgos para el crecimiento
El BdeM destacó que los riesgos para el crecimiento económico siguen inclinándose a la baja. Entre estos, figuran la posibilidad de que la economía estadounidense crezca menos de lo previsto, afectando la demanda externa de México. También preocupa un aumento en la incertidumbre por posibles cambios en las políticas comerciales de Estados Unidos o por factores internos, lo que podría impactar negativamente el consumo y la inversión en el país. Otros riesgos incluyen posibles recortes en el gasto público y un aumento en los conflictos políticos.
Finalmente, el BdeM reiteró su expectativa de que la inflación alcance el 3% hacia el cuarto trimestre de 2025.