Independientemente de lo que ocurra en enero con la llegada de Trump al poder, Melquiades Flores no tiene más opción que continuar importando tomates mexicanos, especialmente durante la temporada de invierno.
Mientras la mayoría de Los Ángeles aún duerme, Melquiades Flores, de 58 años, comienza su jornada a la 1 de la mañana, supervisando la descarga de productos en M&M Tomatoes and Chile Company, el mayorista que fundó en 2019.
El negocio que Melquiades Flores espera transmitir a sus hijos algún día se enfrenta a una posible disrupción.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido imponer un arancel del 25% a todas las importaciones provenientes de México y Canadá cuando asuma el cargo el 20 de enero, además de un arancel adicional del 10% a los productos provenientes de China.
“Produce of Mexico” está estampado en casi todas las cajas de tomates y chiles que llegan al almacén de Flores, que son destinados a hogares, hoteles y cocinas de restaurantes en toda la ciudad.
“La gente tendrá que pagar un precio más alto. Lo que nos cobren, se lo trasladaremos al consumidor”, afirmó Flores desde su sección en el Mercado de Productos al por Mayor de Los Ángeles, el complejo mayorista más grande.
Trump evita hablar de los efectos arancelarios en EE. UU.
A pesar de las posibles consecuencias, Flores asegura que no tiene otra opción que seguir importando productos de México, especialmente durante el invierno. Explica que la temporada de cultivo de chile en California solo dura de agosto a noviembre, por lo que depende de los estados mexicanos de Sinaloa, Baja California y Sonora el resto del año. “Cualquier arancel es un impuesto adicional que nos afecta a todos, incluidos los que compran un kilo, dos kilos, mil o 10,000”, agregó Flores, quien ha vivido en Los Ángeles durante 40 años y es originario de Morelos.
Donald Trump ha expresado su apoyo a los aranceles, argumentando que ayudarían a aumentar los ingresos y proteger a las industrias estadounidenses de las importaciones. Sin embargo, ha evitado discutir los efectos inflacionarios y las posibles represalias de los tres principales socios comerciales de Estados Unidos.
Funcionarios de México, Canadá y China, así como importantes grupos industriales, han advertido que los aranceles propuestos por Trump podrían dañar las economías de todos los países involucrados, generar un aumento de la inflación y afectar los mercados laborales.
“El presidente debería haber visto primero cuánto afectará esto a todos antes de hablar”, dijo Flores.