El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado señaló que, además, no existen incentivos que ayuden a mitigar el impacto de las medidas anunciadas por Trump.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó que las empresas mexicanas enfrentan una política tributaria agresiva, altos costos laborales y leyes que restringen sus libertades, a lo que se añade la amenaza de aranceles a sus exportaciones por parte del gobierno de Estados Unidos.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) afirmó que las empresas mexicanas enfrentan una política tributaria agresiva, altos costos laborales y leyes que restringen sus libertades, a lo que se añade la amenaza de aranceles a sus exportaciones por parte del gobierno de Estados Unidos.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que, aunque la amenaza de Estados Unidos de imponer aranceles a México inicialmente afectaría a las empresas estadounidenses, se están proponiendo políticas que podrían mitigar ese impacto, como la reducción de impuestos, entre las más destacadas.
Sin embargo, el organismo agregó que no existen incentivos que contrarresten el impacto de las acciones anunciadas por el presidente electo de Estados Unidos, que entrarían en vigor desde su primer día de gobierno, ni medidas que fortalezcan el crecimiento y bienestar económico.
El CEESP también advirtió que el país enfrenta una política tributaria cada vez más agresiva, una reforma judicial que limita las libertades empresariales, costos laborales en aumento y un marco regulatorio ineficiente que altera las reglas del juego. Estas acciones están afectando la competitividad de la planta productiva nacional, en un momento crucial para el desarrollo y crecimiento de México, según el centro de investigación económica.
El CEESP destacó que el país enfrenta un entorno caracterizado por un estado de derecho débil, altos niveles de inseguridad, delincuencia, impunidad y corrupción, factores que han persistido durante varios años. Además, señaló que la creciente incertidumbre política interna se ha sumado a esta situación.
El organismo también expresó su preocupación por las diferencias en las relaciones comerciales con varios países, lo que ha generado inquietud y parece estar materializando las preocupaciones económicas.
En cuanto al crecimiento económico, el CEESP indicó que el ritmo del Producto Interno Bruto (PIB) se ha desacelerado significativamente en los últimos dos años. Al tercer trimestre de 2024, el crecimiento fue del 1.6%, una leve mejora respecto al 1.2% registrado en el periodo anterior.
El CEESP señaló que el crecimiento económico entre julio y septiembre de 2024 fue el segundo más bajo desde el último trimestre de 2021 y se encuentra por debajo del promedio de los últimos 30 años. Esto ocurre después de un repunte sorpresivo que comenzó a finales de 2022, alcanzando un máximo de 26.6% en agosto de 2023, seguido de una rápida tendencia a la baja.
El organismo destacó que, tras 17 meses consecutivos de aumentos de dos dígitos, a partir de mayo de este año los avances han sido muy moderados. Para agosto, el dato más reciente, ya se reportó una caída anual del 0.9%.
En cuanto a los tipos de compradores, el CEESP observó que la inversión pública fue la que experimentó el mayor descenso anual en agosto, con una caída del 7.4%. Este dato marcó el cuarto mes consecutivo de descensos en este sector.
El CEESP indicó que la disminución en la inversión pública podría estar relacionada con la conclusión de los proyectos insignia del gobierno, lo que ha generado menores flujos de inversión. Además, destacó que la inversión privada también ha mostrado una caída acelerada en su ritmo de crecimiento.
En agosto, la inversión privada registró una disminución anual del 1.2%, la segunda caída desde febrero de 2021. Aunque esta caída podría estar vinculada a algunos proyectos del gobierno, también refleja el entorno de incertidumbre política interna y las preocupaciones sobre los desafíos internacionales, como los aranceles, la migración y la posible revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (TMEC) en los próximos años.
El CEESP también observó que la inversión extranjera directa ha mostrado señales de debilitamiento, aunque la Secretaría de Economía aún no ha divulgado los resultados oficiales correspondientes al tercer trimestre. Sin embargo, días atrás, Marcelo Ebrard indicó que se captaron 2,100 millones de dólares en nuevas inversiones, lo que representó un incremento del 133% respecto al trimestre anterior.
Además, el organismo mencionó que el subsecretario de Comercio Exterior destacó que, en el tercer trimestre, la inversión extranjera directa total alcanzó los 5,737 millones de dólares, estableciendo así un “nuevo récord histórico”.
Las cifras reportadas por el Banco de México en la balanza de pagos para el tercer trimestre no coinciden con los datos proporcionados previamente. Según el informe oficial, la inversión extranjera directa total que ingresó al país en ese período fue de 3,217 millones de dólares, lo que representa una disminución del 42.8% en comparación con el trimestre anterior y un 8.7% menos que en el mismo periodo del año pasado.
En cuanto a las nuevas inversiones, estas sumaron solo 511 millones de pesos, una cifra que no solo es un 25% inferior al dato del trimestre previo, sino también un 81.1% menor que la registrada en el mismo periodo del año pasado, siendo la más baja desde 2013.
Asimismo, la reinversión de utilidades fue negativa, con una pérdida de 225 millones de dólares, mientras que las cuentas entre compañías ascendieron a 2,931 millones de dólares.
El CEESP también destacó que la preocupación por la situación fiscal del país ha aumentado debido al incumplimiento del objetivo original de reducir el déficit en tres puntos del Producto Interno Bruto (PIB) para 2025. Esta situación podría generar presión sobre los niveles de deuda y su costo, como se refleja en el Paquete Económico.
El organismo mencionó que, según el análisis de las principales agencias calificadoras, los riesgos sobre la calificación soberana de México han aumentado.
Además, el CEESP recordó que las calificadoras Moody’s y HR Ratings ajustaron su perspectiva de estable a negativa, lo que podría afectar la evolución de la inversión extranjera directa, la cual ya muestra signos de incertidumbre.