El pollo sigue siendo la carne más consumida por los mexicanos, pero se ha observado un cambio en las preferencias, con un aumento en el consumo de cerdo e incluso de res, según informó Comecarne. Este cambio refleja una variación en los hábitos alimenticios, impulsada por los factores económicos que están favoreciendo el acceso a diferentes tipos de carne.
El Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) informó que el consumo de carne de res, cerdo, pollo y pavo aumentó entre enero y octubre de 2024, gracias al mayor poder adquisitivo impulsado por los programas sociales, las remesas y los incrementos en los salarios mínimos. Este crecimiento en el consumo refleja una mejora en las condiciones económicas de muchas familias mexicanas, que ahora pueden acceder a una mayor variedad de carnes.
“El consumo de proteína cárnica se ha mantenido en aumento durante los últimos tres años, lo que se refleja en un incremento del 4.5% en el consumo entre enero y octubre de 2024”, declaró Macarena Hernández, directora general de Comecarne.
Hernández explicó que los principales factores que han permitido a las familias mexicanas adquirir una mayor cantidad de proteína cárnica son las transferencias gubernamentales, las remesas y el aumento del salario mínimo.
“Hoy en día, las familias mexicanas tienen más recursos, hay una menor desocupación laboral y las personas están trabajando más”, señaló Macarena Hernández. Además, destacó que los mexicanos ahora tienen un mayor acceso a consumir proteína cárnica.
De enero a octubre de 2024, el consumo de carne de res registró un incremento del 6.9% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según datos de Comecarne.
Los mexicanos consumieron más de un millón 848 mil toneladas de carne de res en los primeros 10 meses de 2024, una cifra superior a las 1,848 mil toneladas compradas en 2023, según el organismo empresarial.
El consumo de carne de cerdo también aumentó, con un incremento de más del 6.7% entre enero y octubre de este año en comparación con el mismo período de 2023.
Hasta el 31 de octubre de 2024, se adquirieron más de 2 millones 647 mil toneladas de carne de cerdo, en comparación con los 2 millones 480 mil toneladas de 2023.
También se registró un aumento en el consumo de pollo, pavo, borrego, cabra e incluso carnes frías, que habían mostrado un aumento más moderado.
Ernesto Salazar Castillo, gerente de Estudios Económicos y Comercio de Comecarne, explicó que “actualmente estamos viendo un fortalecimiento del poder adquisitivo del mexicano, lo que lleva a las personas a considerar y destinar una parte de sus ingresos a la compra de productos cárnicos”.
Aunque el pollo sigue siendo la carne más consumida por los mexicanos, Salazar destacó que ahora han comenzado a preferir más el cerdo e incluso la carne de res.
Ernesto Salazar Castillo añadió que el volumen de importaciones de carne de res, cerdo, pollo y pavo provenientes de Estados Unidos, Canadá, Brasil y Argentina ha sido crucial para cubrir la demanda cárnica nacional.
Para satisfacer la demanda interna, se importaron 2 millones 470 mil toneladas de carne desde estos países, superando en 176 mil toneladas las importaciones del mismo periodo del año anterior.
El economista también recordó que las medidas implementadas para contrarrestar las alzas inflacionarias, promovidas por el gobierno anterior de Andrés Manuel López Obrador, resultaron eficaces para mitigar los efectos de la inflación en el mercado de productos cárnicos.
Salazar Castillo agregó que la apertura de mercados y la diversificación de las fuentes de abasto han sido fundamentales para seguir ofreciendo a los mexicanos proteína cárnica accesible y de calidad. Estas estrategias han permitido asegurar el suministro y mantener la competitividad en el sector cárnico.