S&P anticipa que una gestión macroeconómica prudente, que incluya una política monetaria responsable y un retorno a déficits fiscales bajos, ayudará a estabilizar las finanzas y el nivel de endeudamiento de México en los próximos dos años.
La agencia de calificación de riesgo S&P ratificó las calificaciones soberanas de México tanto en moneda extranjera como en moneda local, manteniendo además su perspectiva estable.
La agencia mantuvo la calificación de largo plazo en moneda extranjera en ‘BBB’ y en moneda local en ‘BBB+’, según anunció en un comunicado de prensa.
Esta decisión se basa en el compromiso del gobierno de Claudia Sheinbaum de reducir el déficit fiscal y estabilizar tanto las finanzas públicas como el nivel de endeudamiento.
Asimismo, anticipó que las posibles disputas entre México y Estados Unidos sobre temas como comercio, migración y otros asuntos probablemente se manejarán de manera pragmática, lo que contribuirá a mantener la estabilidad económica.
Al mantener la perspectiva estable, la calificadora reduce la posibilidad de una degradación rápida de la calificación de México. Explicó que esta perspectiva refleja su expectativa de que una gestión macroeconómica prudente, que incluya una política monetaria cautelosa y un retorno a déficits fiscales bajos, estabilizará las finanzas públicas y el nivel de endeudamiento del país en los próximos dos años.
En detalle, la agencia señaló que una gestión fiscal cautelosa debería contener los déficits fiscales, asegurando que la carga de deuda combinada de México, Pemex y la CFE se mantenga estable.
Prevé que la deuda neta del gobierno aumente al 52% del PIB en 2027, desde el 50% en 2024, y que los pagos de intereses representen ligeramente más del 15% de los ingresos del gobierno en 2024 y 2025, para luego disminuir por debajo de ese umbral en los siguientes años.
Asimismo, anticipa que el déficit del gobierno promediará un 3% del PIB entre 2025 y 2027, con un cambio mayor en la deuda neta de 3.2%, impulsado por la depreciación del peso.
S&P anticipó que el déficit del gobierno se reducirá a un rango de entre 3% y 4% del PIB en 2025, en parte debido a la disminución del gasto en dos grandes proyectos cercanos a su finalización: la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, y el Tren Maya.
En cuanto a la política monetaria, S&P destacó que la inflación se ha mantenido en niveles de un solo dígito desde 1999 y previó que Banxico continúe con recortes moderados a su tasa de interés, ya que se espera que la inflación se ubique dentro del rango objetivo de 3%, con un margen de más o menos un punto porcentual, hacia finales de 2025. También anticipó que la inflación anual promedio será del 4.8% este año y del 3.9% en 2025, moderándose aún más en los años siguientes.
La agencia subrayó que la independencia legal del banco central y el respaldo público hacia la institución deberían contribuir a mantener una política monetaria prudente.
La postura de S&P difiere de las expectativas de otras agencias, como Moody’s y HR Ratings, que aunque mantuvieron sus calificaciones en ‘Baa2’ y ‘BBB+’ respectivamente, ajustaron su perspectiva de ‘estable’ a ‘negativa’ en noviembre. También, Fitch Ratings, que en julio conservó su calificación en BBB- y su perspectiva en ‘estable’, se alinea de manera similar a S&P.