Las bolsas de nicotina, como Zyn, han crecido rápidamente hasta convertirse en una industria multimillonaria. Aprovechando este auge, marcas como Cannadips están tomando el modelo de las bolsitas de nicotina y transformándolo al infundirlas con marihuana.
Cliff Sammet y sus amigos, después de un viaje desde Santa Cruz para ver el partido de fútbol contra USC, estacionaron su Ford Escape en el aparcamiento del estadio de Stanford. Al llegar, decidieron encender un porro mientras buscaban un lugar tranquilo para disfrutar de su momento antes del evento. Era una de esas ocasiones relajadas en las que el grupo de amigos se reunía para pasar un buen rato juntos, lejos de la rutina diaria.
Mientras Sammet y sus amigos continuaban su momento de relax en el aparcamiento, se dieron cuenta de las miradas desaprobatorias de los padres y sus hijos pequeños al pasar cerca de ellos. Sammet, que en ese momento trabajaba en un hospital y estaba a punto de hacerse un análisis de drogas, decidió no aceptar el porro que le pasaban. En su lugar, sacó una lata de tabaco sin humo Copenhagen, llenó una pizca y la arrojó sobre el salpicadero. Fue entonces, mientras el subidón de nicotina empezaba a hacer efecto, cuando tuvo un momento de inspiración.
“Le puse un poco de sal y pensé: ¿Por qué no poner la olla en el recipiente para masticar?”, recuerda Sammet. Sus amigos, sorprendidos por la ocurrencia, pensaron que era una idea brillante.
Pasaron cuatro años hasta que, por casualidad, Sammet se reencontró con Case Mandel, un antiguo compañero de la escuela secundaria que en ese momento operaba un laboratorio ilegal de extracción de THC en el condado de Humboldt, California. Fue en ese encuentro cuando Sammet le presentó su idea: crear una bolsa para los labios con cannabis, no con nicotina.
Aunque la idea llegó mucho antes de que Zyn y las bolsas de Philip Morris International comenzaran a ser populares, Sammet ya había probado las bolsas de snus, que contenían tabaco pasteurizado, y productos de nicotina pura. Tras años de reflexión, se dio cuenta de que las bolsas, no el dip, eran el método más efectivo para administrar THC, consolidando su visión en el camino hacia un producto innovador en la industria del cannabis.
Mandel y Sammet, con su pequeña pero decidida equipo, se enfrentaron a varios retos al principio. Con algo de dinero recaudado de los agricultores locales de Humboldt, decidieron comprar una máquina de snus de la India. Sin embargo, no tenían claro qué material utilizarían para llenar las bolsas ni cómo lograrían que todo funcionara correctamente. La solución llegó al usar cáscaras de coco como relleno, un material increíblemente absorbente que, además, era popular entre los cultivadores de cannabis.
En ese momento, el negocio de extracción de THC de Mandel, llamado Arcata X, ya estaba funcionando de manera legítima y con licencia estatal. Así, empezaron a infusionar las bolsas con destilado de THC. En 2016, su empresa Cannadips fue lanzada en California, marcando el comienzo de una nueva era para el consumo de cannabis.
Mandel recuerda los primeros días con una sonrisa: “Cuando lo lanzamos, era para jugadores de fútbol, jugadores de béisbol, forajidos, chicos del campo, chicos de NASCAR… ya sabes, era un vicio de paletos”. Pero a medida que pasó el tiempo, las bolsas de THC comenzaron a ganar popularidad. “Ahora, las bolsas se están volviendo locas”, dice Mandel, observando el rápido crecimiento y la aceptación que su producto había alcanzado en la industria.
Hoy en día, Cannadips, con sede en Arcata, en la famosa región del Triángulo Esmeralda de California, produce bolsas de THC derivadas de la marihuana, que se venden en dispensarios de California y Arkansas. Al igual que Zyn, sus latas contienen 15 bolsitas y están disponibles en varios sabores, como menta, cítricos ácidos y helado de naranja. Sin duda, lo que comenzó como una idea para un nicho específico se ha convertido en un éxito creciente, capturando la atención de más consumidores en el mundo del cannabis.
Cannadips, la empresa fundada por Mandel y Sammet, ha logrado un notable crecimiento en los últimos años. En 2024, la compañía generó más de 7 millones de dólares en ingresos y proyecta duplicar esa cifra en 2025, especialmente con su expansión a Missouri y su futura entrada en Kentucky. Además, Cannadips ha diversificado su línea de productos con una oferta de cannabinoides derivados del cáñamo y CBD, los cuales están disponibles para su compra en línea, gracias a la Ley Agrícola. Estos productos también se distribuyen en las estaciones de servicio Sheetz en Pensilvania y Ohio.
Por otro lado, Bolt Runners, la empresa matriz de Cannadips, no solo se dedica a las bolsas de THC, sino que también ha lanzado otras líneas de productos. Estas incluyen bolsas infundidas con cafeína bajo la marca Uppperdeckys, una creación del popular influencer de las redes sociales Cheddy. Además, Bolt Runners produce bolsas de nicotina bajo la marca Ammo y bolsas con nootrópicos para empresas como Aura y Rebel.
A pesar del éxito de Cannadips, Mandel y Sammet reconocen que su objetivo es emular el éxito de Zyn, una marca líder en la industria de bolsas de nicotina, con casi un 70% de participación de mercado. Philip Morris International (PMI) ha invertido más de 800 millones de dólares para construir fábricas y satisfacer la creciente demanda de Zyn. Mandel resalta que, aunque las bolsas de nicotina, cafeína y nootrópicos están en auge, las bolsas de THC aún no han alcanzado su pleno potencial en el mercado.
Cannadips, que fue pionera en el mercado de las bolsas de THC, ahora se enfrenta a la competencia de empresas como Juana Dips, fundada en 2024 por Jesse Loughman en Palisade, Colorado. En solo unos meses, Juana Dips ha logrado una expansión significativa, con ventas anuales de 1,2 millones de dólares. Aunque aún es una empresa emergente, Loughman ha patentado sus procesos y tecnología, y tiene la intención de vender la empresa en el futuro. “Sé que hay empresas más grandes interesadas en el mercado de las bolsas”, afirma Loughman, reconociendo que, a pesar del rápido crecimiento de su marca, el mercado sigue estando en una fase de consolidación.
La creciente competencia en la industria de las bolsas, tanto de THC como de otros productos como cafeína y nootrópicos, promete seguir siendo un campo de innovación y expansión en los próximos años, mientras marcas como Cannadips y Juana Dips luchan por capturar la atención de los consumidores.
El éxito de Cannadips en el mercado de cannabis, especialmente en Arkansas, sigue creciendo rápidamente. Casey Flippo, fundador y CEO de Darkhorse Cannabis, un operador multiestatal con dispensarios en Arkansas, comenta que las bolsas de THC se han convertido en el producto más innovador y emocionante de su inventario. En su primer mes de ventas en los dispensarios de Dark Horse, solo se vendieron 2,500 latas de Cannadips, pero para finales de 2024, las ventas habían aumentado a 4,000 latas al mes.
Flippo ve las bolsas de THC como un avance similar al de las bolsas de nicotina en la industria del tabaco, destacando que los consumidores de cannabis están cambiando sus preferencias hacia métodos más saludables de consumo. “Es el futuro de la industria”, señala Flippo, argumentando que, al igual que las ventas de cigarrillos han disminuido, los consumidores de cannabis buscarán formas más seguras y prácticas para disfrutar de su vicio.
En la planta de fabricación de Cannadips en Humboldt, Mandel y su equipo de 30 empleados trabajan en la producción de las bolsas, que se han convertido en una parte importante del negocio, a pesar de su tamaño en comparación con el mercado total de cannabis de 32 mil millones de dólares. Mandel reconoce que, aunque las bolsas todavía son una pequeña fracción del mercado, la lealtad de los consumidores y la respuesta positiva de los fanáticos de Cannadips lo han convencido de que están en el camino correcto.
Un momento particularmente memorable para Mandel ocurrió en 2018, cuando un fanático de Cannadips, después de probar una lata por primera vez, reaccionó de forma emotiva, expresando con entusiasmo: “He estado esperando esto toda mi vida”. Este tipo de reacción ha reforzado la creencia de Mandel en el potencial de su producto y el impacto que está teniendo en la industria del cannabis.
A medida que Cannadips sigue ganando terreno en el mercado, la empresa continúa innovando y trabajando en su meta de ser pionera en la fabricación de bolsas bioactivas, lo que podría abrir nuevas posibilidades en la industria del cannabis. La combinación de un producto innovador y un mercado creciente está posicionando a Cannadips como un actor clave en el futuro de la industria del cannabis y más allá.