La diputada priísta Mercedes del Carmen Guillén Vicente presentó ante el Pleno Legislativo una iniciativa para expedir la Ley de Voluntad Anticipada, con el objetivo de ofrecer a las personas la posibilidad de decidir sobre los tratamientos médicos que desean recibir en el futuro, en caso de no poder expresarlo por sí mismas. Esta propuesta surge de la necesidad de brindar tranquilidad y certeza, especialmente a las personas adultas mayores, en relación con su derecho a una muerte digna. “Es fundamental que cada ciudadano pueda decidir sobre su destino médico”, afirmó Guillén Vicente.
La iniciativa permitirá a los ciudadanos expresar su voluntad sobre los tratamientos médicos y cuidados paliativos que deseen recibir o rechazar en situaciones donde no puedan comunicarse por sí mismos. Además, se facilitará la manifestación expresa sobre la donación de órganos. La diputada enfatizó que esta propuesta no tiene relación con la eutanasia o el suicidio asistido, sino con la libertad de decidir sobre la atención médica en situaciones críticas. “El derecho a una muerte digna no debe quedar en manos de nuestros familiares, quienes, en su afán de no dejarnos ir, podrían mantenernos conectados a medios artificiales de vida”, explicó.
Guillén Vicente destacó que la ley también beneficiará a quienes, sin estar en fase terminal, deseen establecer de manera anticipada su voluntad en cuanto a tratamientos médicos. “Con esta ley, tendremos el derecho de decidir con plena conciencia sobre nuestro propio destino, lo cual aporta tranquilidad tanto a la persona como a sus seres queridos”, subrayó la legisladora. La importancia de la propuesta radica en que otorga un marco legal claro y seguro para que las personas puedan ejercer este derecho.
La propuesta establece dos mecanismos para formalizar la voluntad anticipada. Uno de ellos es a través de un formato oficial, disponible en instituciones de salud públicas y privadas, con la asistencia de dos testigos. El segundo mecanismo es mediante un notario público, lo que garantizaría la validez legal del documento sin la intervención directa de las instituciones médicas. “Estamos ofreciendo alternativas seguras y accesibles para que la gente pueda ejercer este derecho con total confianza”, señaló la diputada.
La ley busca, además, que los cuidados paliativos ofrecidos no tengan como fin adelantar ni retrasar el proceso natural de la vida, respetando siempre la dignidad del paciente. “El objetivo de esta ley no es alargar el sufrimiento, sino asegurar que cada persona pueda tener una muerte digna, sin sufrimientos innecesarios ni tratamientos que vayan en contra de su voluntad”, explicó Guillén Vicente, al defender la iniciativa ante sus compañeros legisladores.
De ser aprobada, esta ley podría convertirse en una herramienta vital para las personas que desean dejar claras sus decisiones médicas futuras, evitando conflictos familiares o dilemas éticos en momentos críticos. Guillén Vicente concluyó: “Esta es una ley que responde a las necesidades de nuestra sociedad actual, donde cada vez más personas buscan ejercer control sobre su vida hasta el final, con la dignidad que merecen”.
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