Sin embargo, el 53% de los gerentes no coincide con la afirmación de que el home office aumenta la productividad del personal.
El trabajo remoto en México se ha consolidado como una modalidad establecida, pero también han surgido varios retos. Aunque empleados y gerentes coinciden en algunos beneficios, se ha evidenciado una desconexión clara respecto a su impacto en la productividad y el trabajo en equipo. Según un análisis de la firma Michael Page sobre el trabajo remoto en el país, el 68% de los colaboradores opina que trabajar desde casa los hace más productivos, pero el 53% de los gerentes no comparte esa visión.
Esta disparidad refleja una brecha que las empresas no pueden pasar por alto, especialmente teniendo en cuenta que el 42% de los trabajadores ya desempeñan sus funciones de forma híbrida o completamente remota.
Los resultados subrayan que los líderes empresariales y sus equipos no están alineados, lo que podría poner en riesgo la retención de talento. Ante estos desafíos, las empresas deben adaptar sus estrategias para fortalecer la confianza y mejorar la colaboración en equipos a distancia. Esto no solo es necesario, sino obligatorio para ser considerados como un empleador atractivo en el mercado actual.
¿Por qué los empleados prefieren el trabajo remoto?
Los datos de Michael Page muestran que los empleados ven ventajas claras en el trabajo remoto, también conocido como home office. El 81% de los trabajadores afirma que se concentra mejor trabajando desde casa, mientras que el 73% asegura que gestiona mejor su tiempo fuera de la oficina.
Además, el 50% indica que hay menos distracciones en comparación con un entorno de trabajo presencial, y el 71% considera que su rendimiento mejora al tener control sobre su espacio de trabajo, desde la iluminación hasta la temperatura.
Curiosamente, muchos gerentes coinciden con estos puntos, reconociendo que el trabajo remoto favorece la concentración, la gestión del tiempo y el equilibrio entre la vida laboral y personal. Sin embargo, las diferencias de percepción se hacen más notables cuando se analizan aspectos relacionados con la colaboración y el trabajo en equipo.
Aunque los empleados destacan los beneficios del trabajo remoto, los gerentes tienden a señalar que esta modalidad afecta la comunicación y la cultura organizacional. Un 15% de los líderes considera que el trabajo remoto dificulta la colaboración, en contraste con el 53% de los empleados, que afirma que la colaboración mejora.
Otros puntos de fricción incluyen la relación entre empleados y gerentes, con un 53% de los empleados considerando que el trabajo remoto ha mejorado su comunicación con su líder directo, aunque solo el 40% de los gerentes cree que tiene un impacto positivo en estas dinámicas.
Otro aspecto que preocupa a los gerentes de empresas en México es la integración dentro de los equipos de trabajo. Los datos muestran que el 14% de los gerentes ve el trabajo remoto como un obstáculo para construir relaciones entre compañeros, mientras que el 47% de los empleados opina lo contrario y asegura que, gracias a esta modalidad, su conexión con colegas se ha fortalecido.
Soluciones a la eficiencia en el ‘home office’
Según los datos de Michael Page, más que revelar deficiencias o aumentos en la productividad individual en el trabajo remoto, los resultados ofrecen un punto de referencia sobre cómo los gerentes perciben este estilo de trabajo como un obstáculo para la cohesión de los equipos.
Muchos gerentes consideran que factores como el bienestar, el equilibrio entre vida y trabajo, así como la salud mental, son aspectos separados de la productividad, mientras que los empleados los ven como elementos esenciales para su rendimiento.
“El trabajo remoto no va a desaparecer, pero las empresas deben evolucionar para garantizar que funcione tanto para los empleados como para sus líderes. La clave no está en regresar a esquemas completamente presenciales, sino en desarrollar modelos híbridos efectivos y en fortalecer las habilidades de liderazgo necesarias para gestionar equipos distribuidos”, advierte Oliver Odreman, Senior Director en Michael Page.
La investigación sugiere que las empresas deben ajustar sus estrategias para garantizar que sus equipos en modalidad remota mantengan la misma eficiencia que los presenciales. Para que el trabajo remoto e híbrido sea verdaderamente productivo, los líderes deben enfocarse en la “magia humana”, una combinación de conexión, autonomía y apoyo que impulsa el rendimiento. Esto implica comunicarse de manera clara y efectiva, fomentar la confianza delegando sin microgestionar, ser flexibles y adaptar los procesos según las necesidades del equipo.
Asimismo, es fundamental fomentar la colaboración a través de herramientas digitales, establecer objetivos medibles orientados a resultados, promover el bienestar y el equilibrio entre la vida personal y laboral, aprovechar la tecnología de manera estratégica sin generar fatiga digital, y consolidar la cultura organizacional mediante espacios que refuercen el sentido de pertenencia.