Según el gobierno, la recuperación de estas piezas, que pertenecen a un periodo de 3,000 años, fue posible gracias a la colaboración entre la Embajada de México y los consulados en Los Ángeles y Nueva York.
Este lunes, el Gobierno de México dio a conocer la restitución de 915 bienes culturales que forman parte del patrimonio nacional, los cuales fueron recuperados desde Estados Unidos gracias a gestiones diplomáticas y la colaboración con instituciones internacionales.
Las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y de Cultura, mediante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), anunciaron en un comunicado conjunto que la entrega oficial se llevó a cabo el pasado 3 de marzo.
Entre los bienes devueltos sobresale la restitución de 828 piezas prehispánicas por parte de la Colgate University, ubicada en Hamilton, Nueva York, así como una figura antropomorfa olmeca, creada entre los años 900 y 400 a.C. en el centro de México.
La recuperación de estos objetos es parte de una estrategia nacional enfocada en la protección del patrimonio cultural y en la lucha contra el tráfico ilegal de bienes arqueológicos.
Recuperación y autenticidad de los bienes
La entrega de estos monumentos arqueológicos muebles fue presidida por María José Buerba Romero Valdés, directora para la Restitución del Patrimonio Cultural de la SRE, y Alejandro Bautista Valdespino, subdirector de Registro de Monumentos Arqueológicos Muebles del INAH. Según Buerba, la recuperación de estos bienes se logró gracias al esfuerzo conjunto entre la Embajada de México en Washington y los consulados generales en Los Ángeles y Nueva York.
Bautista detalló que los objetos fueron sometidos a rigurosos análisis por parte de especialistas del INAH, quienes confirmaron su autenticidad mediante inspecciones físicas y estudios iconográficos.
Además, destacó que estos bienes son un testimonio tangible de las diversas culturas que habitaron el territorio mexicano antes de la llegada de los colonizadores españoles.
Piezas de alto valor histórico
Los objetos recuperados abarcan un periodo de 3,000 años, que va desde el Formativo (1500 a.C.) hasta el Posclásico Tardío (siglo XVI). Su origen es variado, e incluye regiones como el occidente de México, el Bajío, la costa del Golfo, el Altiplano Central, Oaxaca y el área maya del sureste del país.
Entre las piezas más destacadas se encuentra una figura antropomorfa olmeca, modelada en barro, que representa a un personaje masculino sentado, con las piernas cruzadas y una mano apoyada en la rodilla.
Esta escultura, que mide 12 centímetros de largo y 8 centímetros de ancho, muestra deformación craneal y restos de pigmentación roja, características distintivas del arte olmeca. Su imagen fue publicada en la obra The Art of Ancient Mexico (1954), en una colección privada, aunque sin información adicional sobre su procedencia.
Además, el acervo incluye un yugo de estilo olmeca (1000-400 a.C.), tallado en roca metamórfica mediante desgaste por abrasión, y una máscara teotihuacana datada entre los años 100 y 600 d.C.
También se recuperaron vasijas, figurillas antropomorfas y zoomorfas, así como objetos pertenecientes a las culturas prehispánicas mexicanas, como las maya, tolteca y teotihuacana.
Las piezas ya se encuentran bajo la custodia del INAH, donde se les someterá a análisis, conservación y, eventualmente, serán exhibidas al público.
Durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, México implementó diversas acciones y estrategias jurídicas para facilitar la restitución de su patrimonio cultural que había sido sacado ilícitamente del país, logrando estos avances gracias al esfuerzo coordinado de las secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura.
A nivel mundial, las embajadas y consulados de México lograron recuperar alrededor de 14,000 piezas culturales durante el Gobierno de López Obrador. Durante este periodo, se combatieron subastas en ciudades como Nueva York, París y Roma, en las que figuraban objetos robados o que pertenecían al patrimonio mexicano. Además, se intensificaron las demandas ante gobiernos extranjeros para la restitución de piezas arqueológicas y artísticas.