El líder del movimiento “Cielo Abierto”, Pedro González, expresó su preocupación por la masiva difusión de los corridos tumbados y narco corridos, que considera representan una apología del delito. Aunque reconoce que este tipo de música relata la realidad actual, advierte sobre su fácil acceso, incluso para los niños. “Toda la música relata vivencias, situaciones actuales o de nuestro pasado, y pues bueno, al final es libre expresión. No creemos que los narco corridos sean malos como tal, sino el detalle está en la difusión que reciben, porque se publicitan mucho y llegan a todos, niños, jóvenes, adultos”, comentó González.
El problema, según González, no radica en el contenido de las canciones, sino en la forma en que se difunden. “Es ahí cuando se difunde, cuando llega a que mucha gente idealice lo que dicen, a querer vivir ese tipo de vida o tenerla, es su aspiración”, explicó. Ante esta situación, el movimiento “Cielo Abierto” busca ofrecer una alternativa a la juventud, proporcionando conciertos católicos con un ambiente sano, pero con la misma energía y calidad de un espectáculo musical convencional. “Nosotros lo que realizamos es proporcionar la misma experiencia de un concierto ‘normal’, por uno católico, en donde adoremos, y les llevemos el mensaje de Dios”.
Una de las principales estrategias del movimiento es usar los mismos géneros musicales populares, pero con mensajes basados en valores cristianos. “Usamos los mismos ritmos, pero con el mensaje de Dios para poder llegar a más personas. Ofrecemos la misma experiencia, pero sin sustancias tóxicas, para que ellos puedan disfrutar de la presencia del Señor”, afirmó González, destacando la importancia de la música como medio de comunicación espiritual y transformación social.
Pedro González enfatizó que los jóvenes, al ser los más vulnerables, son fácilmente influenciados por los mensajes de la música que idealiza el estilo de vida del narcotráfico. “Es una realidad, pero el fomentarla va haciendo que esto se vea como natural, como costumbre, incluso hasta como una idea para participar. Entonces, de alguna manera afecta en su mensaje a nuestros jóvenes”, señaló, subrayando que el objetivo de “Cielo Abierto” es justamente lo contrario: “Nosotros les hablamos de Dios, de amor, de esperanza, de vida, de familia”.
El movimiento, según González, se basa en la inculturización, utilizando las herramientas modernas para transmitir mensajes espirituales. “Lo que hizo María de Guadalupe aquí en México fue hablar el mismo idioma para los indígenas, y nosotros hacemos lo mismo. Con esta misma tecnología, dándoles lo que les da un concierto del mundo, pero con un mensaje de esperanza”, explicó, haciendo referencia a las producciones de alto nivel que incluyen músicos, ingenieros de audio e iluminación de primer nivel.
González destacó que los eventos de “Cielo Abierto” no son simplemente espectáculos, sino experiencias transformadoras para los asistentes. “No son tres horas de un espectáculo, son tres horas donde Dios está impactando tan fuerte las vidas de las personas, de las familias, de los jóvenes, que cuando salen de ese concierto dicen: ‘Dios me ama, no tengo que suicidarme’. Muchos de los que estaban ahí sentados ahora son jóvenes profesionistas que ponen sus dones y talentos al servicio de Dios”, expresó.
El movimiento “Cielo Abierto” se presentará en Ciudad Victoria el próximo 22 de marzo, en el parque de béisbol “Praxedis Balboa”, donde esperan continuar su labor de acercar a los jóvenes a la espiritualidad a través de la música y el mensaje de fe.
