Ebrard se refirió a la información publicada por el medio japonés Nikkei, que indicaba que Honda Motor estaría evaluando la posibilidad de trasladar su producción desde México y Canadá a Estados Unidos, como respuesta a los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump a los automóviles y autopartes no fabricados en ese país.
Este martes, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, aseguró que la automotriz Honda no tiene intención de cambiar sus planes de producción en México, a pesar de la información difundida en diversos medios, que sugería que la decisión podría estar relacionada con los aranceles impuestos por Estados Unidos a los automóviles.
“Me preguntan sobre una nota que circula respecto de la empresa automotriz Honda, y al respecto les puedo informar que sus directivos en México nos han compartido que no habrá ninguna modificación en sus planes de producción en el país”, expresó el funcionario a través de sus redes sociales.
Ebrard hacía referencia a la información publicada por el medio japonés Nikkei, que sugería que Honda Motor estaría evaluando la posibilidad de trasladar parte de su producción desde México y Canadá hacia Estados Unidos, debido a los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump a los automóviles y autopartes que no se fabriquen en ese país.
De acuerdo con lo difundido por Nikkei, Honda estaría considerando aumentar hasta en un 30% su producción en Estados Unidos en los próximos 2 o 3 años, lo que implicaría que el 90% de sus ventas en ese país serían de vehículos fabricados localmente.
En febrero, Donald Trump anunció que impondría un arancel del 25% a México y Canadá como forma de “castigo”, argumentando que ambos países no estaban haciendo lo suficiente para frenar la migración irregular y el tráfico de fentanilo. Sin embargo, en marzo decidió congelar la aplicación de dicho arancel sobre los productos incluidos en el tratado comercial entre Estados Unidos, México y Canadá (TMEC), firmado en 2020.
Posteriormente, el 2 de abril, Trump presentó lo que denominó “aranceles recíprocos”, que incluyeron una tasa general del 10% y mayores volúmenes de importación para otras regiones y países, como China y la Unión Europea, principales exportadores hacia EE.UU. En ese anuncio, México y Canadá no fueron incluidos en la lista de países sujetos a estas nuevas sanciones comerciales.