La autoridad inició una investigación administrativa para determinar responsabilidades de policías acusados de presuntamente manipular la escena del crimen donde fallecieron Ximena Guzmán, de 42 años, y José Muñoz, de 52, ambos funcionarios cercanos a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México informó este lunes que investiga a dos de sus agentes por su posible participación en la manipulación de evidencias relacionadas con el asesinato a balazos de dos funcionarios del Gobierno capitalino, ocurrido el 20 de mayo.
“Ante diversas denuncias por conductas que podrían violar la normatividad policial, la Dirección General de Asuntos Internos abrió una investigación administrativa para esclarecer responsabilidades”, detalló la SSC en un comunicado.
La dependencia respondió así a reportes periodísticos que indicaban que dos policías habrían sido detenidos por alterar la escena del crimen donde murieron Ximena Guzmán, de 42 años, y José Muñoz, de 52, ambos funcionarios cercanos a la Jefa de Gobierno, Clara Brugada.
Sin embargo, la SSC negó la detención de los agentes y aseguró que todas las pruebas recolectadas en el lugar del homicidio “han sido entregadas a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México e integradas a la investigación”.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana también informó que inició un “proceso de ajuste” en su estructura de mandos para fortalecer la seguridad ciudadana, alineándose con la estrategia impulsada por Clara Brugada.
Ximena Guzmán, quien era secretaria particular de la Jefa de Gobierno capitalina, y José Muñoz, su asesor, fueron asesinados el 20 de mayo sobre la avenida Tlalpan, en la alcaldía Benito Juárez, una de las zonas más transitadas de la ciudad.
El ataque fue perpetrado por un individuo que huyó inicialmente a pie, luego abordó una motocicleta, para después cambiarse a un automóvil y escapar rumbo al Estado de México.
Las autoridades señalaron que en el crimen participaron al menos cuatro personas y que, según las primeras investigaciones, se trató de un acto con un alto grado de planeación.
Hasta ahora, no se ha detenido a nadie y el motivo del asesinato sigue sin esclarecerse.
Estos hechos ocurren en medio de una ola de violencia en el país, a pesar de que el Gobierno federal reporta una reducción del 24.9 % en homicidios durante los primeros siete meses de la administración de Claudia Sheinbaum.