Ante la carencia del apoyo del gobierno de Américo Villarreal Anaya, las despicadoras de camarón se han visto en la necesidad de recoger jobitos de las calles para venderlos, así como tamales, ropa usada y lo que les ingenie para sobrevivir.
En esta temporada de entrada al nuevo ciclo escolar, estas problemáticas sumado con la veda de camarón, afecta considerablemente a las despicadoras para costear la cuota de entrada alas escuelas, así como los útiles, uniformes y material de clase.
La líder de las despicadoras, Aureliana Núñez, informó qué son al rededor de 300 despicadoras que no reciben el apoyo de Bienpesca aun siendo beneficiarias; además, son 800 mujeres de la colonia Morelos las que nunca han sido tomadas en cuenta por gobiernos estatal.
En redes sociales como Facebook, es donde las mujeres “luchonas” hacen su intento para conseguir recursos con la venta de la fruta de temporada, los jobitos que consiguen de la calle los presentan en pulpa o bien, en agua; sin dejar atrás la venta de ropa usada, tamales y realizar limpieza en casas ajenas.