AborTam Tamaulipas Aborta promovió un amparo en febrero pasado para poder acceder a un aborto con medicamentos según la sentencia de la SCJN en 2021
Georgina tenía 18 años, cuando un inesperado embarazo llegó a su vida. No estaba en sus planes ser madre, pero “un descuido” la puso en esa difícil situación; lo único de lo que estaba segura, era que quería abortar.
Pero en una sociedad donde el escarnio pesa más que la integridad de las mujeres, es muy complejo. En un México donde la palabra aborto es sinónimo de escándalo y estigma; incluso de discriminación y procesos legales.
En aquel entonces, sobre Georgina pasaba la presión familiar, en un ambiente extremadamente religioso, que le impedía hablar abiertamente sobre el tema y su decisión, así es que sé practico un aborto casero, sola en su habitación, recordó.
Con el miedo a cuestas, pero firme en su convicción de no ser madre, se tomó unas pastillas que le recomendó una amiga. El proceso sería sencillo, nada malo tendría que pasar, así es que agarro valor y comenzó.
Afuera se escuchaba el murmullo de su familia; era la hora de la cena, la joven decidió no bajar. Sin pensarlo más, pues en un procedimiento de éstos el tiempo es determinante, ingirió las pastillas. Se metió a bañar y se recostó, quería tranquilizarse para que nadie notará la que estaba haciendo.
Si Georgina hubiera tenido acompañamiento, todo hubiese sido diferente. Pero un proceso tan estigmatizado como el aborto, prefieren hacerlo solas.
Ella es un caso de que un aborto casero funciona, sin riesgos. Hoy goza de plena salud y después de 15 años continúa con el mismo pensamiento: no concebir.
Un aborto casero, es seguro: Colectiva
Miryam Ariadna Concha Olán, es acompañante de aborto a través de la colectiva “AborTam Tamaulipas Aborta”, una agrupación que tiene poco más de 5 años apoyando a mujeres que desean interrumpir su embarazo.
En entrevista recordó que “AborTam Tamaulipas Aborta” fue la primera colectiva a nivel estatal en dedicarse exclusivamente a el tema del aborto acompañando, además de buscar la incidencia política y capacitando a más mujeres, entre otras estrategias para impulsar la legalización del proceso.
En su camino como activista tuvo la oportunidad de formarse como acompañante por medio de Fondo María (el primer fondo revolvente para el aborto en Latino América), capacitación que ayudo a consolidar la colectiva.
“Hemos hecho alianza con más colectivas aborteras, formamos parte de Aborteñas que es el frente de colectivas aborteras del norte, nos hemos vinculado a través de diferentes eventos con organizaciones internacionales como IPAS (Red de Impacto Global por la Justicia Reproductiva)”.
“Además con organizaciones nacionales como Abortistas MX quienes nos acompañan en temas de actualización en información médica y legal para poder dar información y acompañamiento a mujeres y que ellas puedan estar seguras dentro de su proceso de aborto”.
Concha Olán, afirmó que el acompañar a una mujer en su decisión de abortar, va más allá de solamente dar la información médica que podrían encontrar en el internet.
“Nosotras estamos con ellas durante sus procesos para que puedan vivir un aborto sin estigmas, de manera autónoma y seguras en los espacios que ellas decidan llevarlos a cabo”.
Para la colectiva “AborTam Tamaulipas Aborta” un aborto casero es seguro y sencillo. De hecho, ejemplificó que en lugares donde ya es legal como en la CDMX, las mujeres hacen este procedimiento en casa.
“Les entregan el medicamento y las mandan a su casa a tener su proceso de aborto. No hay hospitalización. En algunos casos pueden tener la opción de una aspiración manual endouterina y ese también es un proceso ambulatorio que no requiere hospitalización”.
“Un aborto en casa es seguro para casi todas las mujeres. Claro hay casos en los que se debe tener más precaución como en casos de mujeres con diagnóstico de anemia o alguna otra condición médica, pero es un proceso bastante seguro”.
Y aunque no existen cifras oficiales por ser un proceso que las mujeres atraviesan en clandestinidad, lamentó, refirió que en los más de cinco años han acompañado a más de 100 mujeres en el proceso casero y todas están vivas.
“Ninguna ha tenido una complicación médica que la incapacite permanentemente.
Muy pocas mujeres nos han pedido que las canalicemos con algún servicio de psicología como ADAS (ellas dan acompañamiento psicológico post aborto)”.
La mayoría de las mujeres se sienten aliviadas después de su aborto. Sobre todo, porque vienen con mucho miedo por no saber lo que va a suceder en su cuerpo, y porque se imaginan hemorragias y muerte, remarcó.
Y es que así es como se maneja la información cuando hablan a favor o en contra del aborto, principalmente las y los tomadores de decisiones en los Congresos, situación que dista mucho de la realidad, aseguró.
Un embarazo no es igual a maternidad, acentuó al indicar que como colectiva buscan alejar los discursos de temas como la maternidad, porque ser madre no es, ni un derecho, ni una obligación; es un proceso más de la reproducción humana.
“El aborto es un proceso más de la reproducción humana y es algo que sucede de manera “natural” o de manera inducida como en un aborto con medicamentos. El aborto no está relacionado con nuestra capacidad de maternar. Hay muchas maneras de ser madre ya sea de manera adoptiva, biológicamente”.
El modelo de acompañamiento que “AborTam Tamaulipas Aborta” desarrolla está basado en la información y capacitación médica recibida. El cuestionario de primer contacto incluye preguntas sobre condiciones médicas.
Esto para poder detectar si hay riesgo de embarazo ectópico, si hay riesgo de hemorragia, si es necesaria la intervención médica antes, durante y después de un aborto con medicamentos, entre otras situaciones.
El principal interés de la colectiva es lograr su despenalización, “queremos que las mujeres se sientan seguras cuando abortan”. En cuanto a la legalización, indicó, es parte de la deuda que El Estado tiene con las mujeres.
Sostuvo que es urgente canalizar recursos para programas de capacitación para que los médicos dejen de estigmatizar el proceso y que se otorguen medicamentos de manera gratuita.
“Que las mujeres puedan tener más opciones donde abortar y que se refuerce que el aborto es un procedimiento médico y que dentro del derecho a la salud que tenemos las mujeres, el aborto también está incluido”.
Detalló que las acciones de inconstitucionalidad no son vinculatorias para Tamaulipas, pero si la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya tomó una postura de despenalizar el aborto a nivel federal, “lo más lógico es que se empiece a abrir la conversación dentro de la corte y el congreso de nuestro estado”.
“Lo de la última sentencia de la SCJN fue un amparo indirecto, que promovió GIRE y el efecto es que se le está ordenando al congreso federal que reforme el código penal. Osea se está marcando la pauta a seguir en nuestro congreso”.
La colectiva promovió un amparo en febrero pasado para poder acceder a un aborto con medicamentos según la sentencia de la SCJN en 2021. Procedimiento que está sin resolución.
“Hemos hablado públicamente de este amparo y ahora que algunas diputadas y diputados locales están hablando del tema pues no se si no leyeron las notas que sacaron al respecto, pero ya hay tres procesos de amparo en el estado desde febrero y no han sido resueltos”.
“Así que estaría bien que las y los diputados que están hablando del tema pudieran leer lo que pedimos en los amparos y pudieran posicionarse públicamente sobre el tema”.
En AborTam Tamaulipas Aborta, no se pide justificar la decisión de abortar que ya tomaron, reafirmó. “Nosotras buscamos que las mujeres puedan tener acceso a información que les permita abortar de manera segura y darles acompañamiento para que puedan tener un proceso libre y autónomo”.
Y es que, dijo, uno de los principales miedos de las mujeres es necesitar atención médica y ser criminalizadas. Una de las mayores violaciones de derechos humanos en los hospitales es cuando una mujer llega con un proceso de aborto iniciado suelen criminalizarlas y violentarlas, afirmó.
Personal médico o de trabajo social viola el derecho a la confidencialidad de las pacientes y les hablan a las autoridades sin tener la certeza de que es un aborto inducido, refirió.
Aclaró que no hay prueba clínica para detectar que se ha tomado misoprostol o mifepristona para abortar, destacó. Son mujeres a las que les abren procesos penales que por falta de pruebas concluyen sin una sentencia, pero que se inician con una total violación de sus derechos, lamentó.
“Así que la despenalización es uno de los pasos hacia la desestigmatización del aborto, de la protección de los derechos de las mujeres y una deuda histórica porque normalmente las mujeres criminalizadas son mujeres trabajadoras o pobres o racializadas o jóvenes, las más vulnerables por su condición social, de raza y de sexo”.
“Claro, las mujeres deben poder contar con todas las condiciones para poder ejercer sus decisiones de manera libre, segura e íntegra. Ya sea ser madre o abortar”.
