Ante el desplome del techo registrado en la Parroquia de la Santa Cruz en Ciudad Madero, el obispo de la diócesis Tampico, José Armando Alvarez Cano, brindó una rueda de prensa en la que tocó diversos puntos relacionados a la protección y seguridad de la estructura de la iglesia.
El obispo mencionó que lamentablemente desde hace algún par de años no se tenía una inspección en la iglesia de la tragedia, pues tal parecía no contaba con ninguna situación que pudiera alarmar, sin embargo, reconoció debieron efectuarse año tras año.
Indicó que tampoco se contaba con un protocolo de seguridad en la iglesia, siendo este caso un parteaguas en cuanto a la cultura de la seguridad que se debiera de implementar en todos los centros religiosos.
“De hecho no existía algún protocolo de seguridad, estábamos precisamente en ese camino… en muchas de nuestros casos no hay esa cultura también de la seguridad de escuelas, secundarias o iglesias, creo que esta lección tendrá que ayudarnos a todos a valorar ese aspecto de que en cualquier momento nos puedes pasar”.
De la misma forma, señaló que para poder adoptar este tipo de medidas de protección y seguridad, será necesario integrar a la diócesis personas especializadas en esta materia, cosa que antes aparentemente nunca se había considerado.
“En realidad hace falta especialistas en materia de construcción y aveces no es posible que nosotros como en nuestros hogares, a veces agarramos al albañil, al “maistro” y no se hace de manera profesional”.
Como último, señaló a los gobiernos por no tener la iniciativa de realizar inspecciones en los diversos inmuebles religiosos.
Explicó que tras la tragedia, apenas comenzaron a supervisar construcciones de otras iglesias e informó, que por petición de los vecinos de la Iglesia Cristo Resucitado en la colonia Jardín 20 de Noviembre, clausuraron la parroquia como parte de los recorridos de inspección que ahora han comenzado a efectuar.