El cáncer de mama es el enemigo a vencer de las Guerreras con Turbante, quienes con sus armaduras y corazón han logrado hacer la diferencia en el sur de Tamaulipas.
En el marco del Día Mundial de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, la fundación “Guerreras con Turbante”, presidida por María Teresa Salinas López, ha compartido para 4C News de manera exclusiva la guerra, vivencias y el sufrimiento de padecer esta enfermedad.
Al aumentar la incidencia de cáncer en México y en el estado de Tamaulipas, aunado a las considerables carencias que presenta el país en medicamentos, aparatos, sensibilización, cultura de prevención y similares, este tipo de fundaciones se vuelven indispensables para sobresalir de esta enfermedad.
Tere Salinas indicó que el ser una sobreviviente de cáncer de mama es como volver a nacer, y en el proceso de disfrutar y aprovechar esa oportunidad fue como surgió “Guerreras con Turbante”.
“Soy fundadora de Guerreras con Turbante, este grupo nació porque soy sobreviviente de cáncer de mama etapa uno, me retiraron mis dos senos, tuve muchas quimioterapias, perdí los senos, el cabello, pero no perdí la vida. Aquí es ganas la batalla, no quedar a media, ni decir me voy a morir…”.
Expuso que con el cáncer de mama hay mucha necesidad, hay mucho amor que dar, hay mucha información que dar, pues a veces el doctor no alcanza a decir toda la información.
“Llego al IMSS y veo todas las necesidades y que las mujeres iban sin un turbante, de ahí fue la idea de que nació el hacer un turbante, llego con mi vecina, lo comento, hacemos un bazar, compramos tela y mi vecina, ella fue la iniciadora junto conmigo con el proyecto de hacer turbantes y repartir turbantes… por eso somos Guerreras con Turbantes”.
Dejó en claro que la autoexploración es un tema fundamental y necesario para prevenir y detectar a tiempo este tipo de enfermedad.
Es el caso de Gilda, una guerrera de 61 años que lleva más de 15 años de su vida en esta batalla. Ella, escalando arduamente, ha logrado llegar a lo más alto de la cima y cuando parece que todo es color de rosa, en un abrir y cerrar de ojos, se encuentra nuevamente luchando por su vida; tres veces le ha sido detectado el cáncer.
“Mi caso empezó en el 2013 a principios de enero, me estaba bañando y tallando y me salió como un líquido y luego me salió una bolita, pero grande, me voy al doctor y me dijo que era una infección, me dio antibiótico pero yo seguía mala. El doctor me dijo te voy a mandar con el oncólogo, fui y me vio, me hizo una biopsia y la lleve a que la analizaran, cuando regrese con el oncólogo, me dice lo que tienes es cáncer”.
“Cáncer”, dijo, “es una palabra muy fuerte, cuando me dijeron sentía como que me aventaban una cubeta de agua fría, pero no llore, me hice fuerte y el oncólogo me dice, el camino es largo, con muchas piedras, pero vas a salir adelante”.
Pensó que iba a morir, pensó en todos, en su esposo, hijos, hermano, su mamá…
“Es difícil, pero sé que voy a salir adelante… dice mi esposo, algún día vas a tocar la campana, algún día y yo sé que él me va a acompañar”.
Para todas las guerreras, el escuchar la palabra cáncer, fue darle un giro de 180° a su vida, el saber las consecuencias que tiene esta enfermedad, es una tortura mental que permanece día y noche.
Para Cynthia López, una guerrera de 52 años que se identificaba como vanidosa, coqueta, amante de su cuerpo, cuenta que su caso y cómo la palabra cáncer cambió totalmente su perspectiva y manera de vivir.
“Soy sobreviviente de cáncer de seno, me lo detectaron en marzo del 2022, en abril me hicieron la mastectomía y mi tumor media 6 centímetros… obviamente cuando me lo detectaron, pues de mi familia nadie tiene cáncer, yo soy la primera y espero ser la última, yo me quería morir, yo era muy vanidosa, mi busto es copa c y me gustaban muchos los escotes, trajes de baño, bikinis y la playa, y pues, ya no iba a poder hacer eso, de verdad fue muy difícil”.
En un escenario depresivo, para ella su panorama no lucía nada atractivo, le había perdido sentido a la vida, pensó que había terminado todo.
Estas emociones la llevaron a aprender que la vida se tiene que vivir un día a la vez, disfrutar al máximo sin importar lo que pueda suceder, sobre todo, nunca quedarte con las ganas de nada.
“Yo decía, pero ¿para qué yo sin un seno? ¿Para qué voy a vivir? no me interesa nada, pero, yo tenía un viaje antes de mi cirugía, me fui a ese viaje a Los Cabos, siempre tuve esa ilusión de ir y vieras de verdad, que viví tan intensamente ese momento, jamás lo olvidaré”
Y es así como las Guerreras con Turbante siguen sumando fuerzas y esfuerzos para ayudar a más mujeres a librar la más grande de sus batallas en la vida.
