Gabriela Gonzáles fue atleta de alto rendimiento en la disciplina de natación, deporte que practica desde los cinco años. Participó en un sinnúmero de competencias locales, nacionales y mundiales.
Ya retirada, en 2010 decidió junto a su esposo, formar el equipo de triatlón que a la fecha ya se cuelga numerosas medallas de oro, plata y bronce. Pero la situación se complicó cuando dejaron de tener un lugar para entrenar.
Por ello decidieron abrir la escuela de natación “Super Tiburoncin”, con la finalidad de obtener los recursos necesarios para rentar una alberca que les permitiera continuar con los entrenamientos.
Y es que a decir de la maestra Gabriela la natación está prácticamente en el olvido. No tienen espacios para desarrollar el deporte y además les fueron canceladas las becas por no obtener los resultados obligados, “y toda nuestra trayectoria, ¿Dónde la dejan?”.
“Nosotros tenemos con el equipo del triatlón desde 2010 pero la escuela como tal “Super Tiburoncin” tenemos dos temporadas con ella. Nace a raíz de que no teníamos instalaciones de gobierno para entrenar”.
Solamente la renta de la alberca tiene un costo de 25 mil pesos. Y una beca para un entrenador es de 3 mil pesos mensuales, recurso que les fue suspendido.
“Ahorita no hay albercas, la del Polideportivo está vacía, la única que está en funcionamiento es la fosa de clavados, pero entrenador de clavados entrena de cuatro a ocho y nos deja un solo carril de dos horas”.
“Tenemos 10 años recibiendo un sueldo mínimo porque así nos han dejado, todo lo hemos solventado con apoyos particulares y ahora lo poco que nos daban, nos lo quitan solamente porque no obtuvimos medalla el último año y toda la trayectoria ¿qué?”.
El equipo de alto rendimiento lleva a cabo entrenamientos de tres a cuatro horas diarias y madrugadas de dos horas, por lo que les es imposible adaptarse a los horarios de los clavadistas.
Con el equipo han obtenido medallas a nivel nacional por los jóvenes Cesar Mancilla, y Brisa Miranda.
“Cesar aparte de ser medallista de la Olimpiada Nacional, fue la mundial en Suiza en grupos por edad y en las dos distancias fue medalla de plata. Brisa en dos ocasiones fue medallista de bronce”.
Desde entonces, hace tres años, dejaron de entrenar al 100 por ciento por falta de instalaciones “y ahorita vamos a otra vez despegando”.
“Super Tiburoncin” es una escuela de enseñanza que ofrece clases para bebés desde los seis meses hasta infantiles, juveniles y alto rendimiento, adultos y grupos de terapia.
Y es que la natación es un deporte completo que ayuda a mejorar la salud física y mental y otorga calidad de vida a pacientes de enfermedades terminales.
“Aparte soy fisioterapia. Este año trabaje con dos chicos de escoliosis de 17 años no sabían nadar nada se les enseña lo básico para que puedan hacer ejercicios dentro del agua, de estiramiento, activación, relajación. De Parquinson, tuve dos abuelitos obviamente no voy a quitar el padecimiento pero se mejora la calidad de vida”.
La Natación ayuda principalmente en el tema de supervivencia, y es una actividad muy concreta donde usas todo el cuerpo, “te tienes que concentrar para hacer la coordinación, fuerza, resistencia para poder lograr los ejercicios”.
“Baja el índice de muertes en niños, más que nada la parte de matronatación para mí fue muy importante a partir de que tuve hijos. Mi hija tiene cuatro años y el otro tiene dos años”.
Gabriela Gonzáles aprendió a nadar a los 5 años luego de que casi pierde la vida por ahogamiento en un río.
“Entonces a partir de que aprendí a nadar ya no solté eso, fui atleta de alto rendimiento, fui a un mundial en Nueva Zelanda, si me metí de lleno en lo que fue natación”.
“Termine la parte de natación con un Selectivo Regional a los 12 años solo entrenaba natación y basquetbol y llegue a la etapa regional ya después de ahí el profesor me jalo para el triatlón”.
“Desde los 12 a los 20 entrené y a los 21 fui a un mundial, en grupos por edades ya no entré en alto rendimiento porque no había plaza”.
“Super Tiburoncin” se ubica en la Avenida del Valle frente a un auto lavado y las temporadas son de marzo a noviembre en ese lugar. Y el resto del año estrenan en la acuática Victoria todo particular.
“Este año estuvo muy nutrido, nosotros no hicimos mucha difusión, pero los papás nos estuvieron recomendando. Llegaron personas que estaban de vacaciones desde Francia, Monterrey, Tijuana a entrenar aquí con nosotros”.
A partir de los 2 años, la natación es un deporte esencial en la vida de un niño, sobre todo en la etapa de las albercadas para que no estén relegados.
“Si me han llegado muchos adultos que desde cero que no puede ni meter la cara porque se desesperan, si cambia totalmente la vida de las personas, nunca es tarde para aprender natación”.
